La figura de Mariano Lagasca es siempre fuente
inagotable de referencias y de trabajos, ya divulgativos, ya científicos, sobre
su obra. En esta ocasión traemos a colación su testamento encontrado y editado
por Juan Pérez y Carmen Jiménez en Acta
Botánica Malacitana. Málaga,
Sevilla, Barcelona, Reino Unido y Madrid son los lugares donde más documentación
se encuentra y donde más se investiga sobre nuestro paisano. En Sevilla se
edita, ahora en formato electrónico, la revista Lagascalia, que según sus autores: es una revista internacional de
Botánica de periodicidad anual, editada por el Departamento de Biología Vegetal
y Ecología de la Universidad de Sevilla y publicada por el Secretariado de
Publicaciones de dicha Universidad. Está dedicada a la publicación de trabajos
sobre plantas vasculares, preferentemente de la Región Mediterránea. En
Sevilla, precisamente, es donde se dice que se arrojó al Guadalquivir el
herbario de Lagasca. Lagasca, como los demás diputados del Trienio Liberal (1820-23),
huían de la persecución de Fernando VII.
Bienvenidos sean los trabajos,
parciales, sobre Lagasca. Sin embargo a nosotros se nos antoja, y lo hemos
pedido en varias ocasiones, que sería más provechosa la revisión completa y crítica, tanto de su vida
como de su obra. Sólo así podremos determinar de una vez por toda la verdadera
dimensión de don Mariano Lagasca. Mientras que esto no se haga, seguiremos
espigado aquí y allá pequeños trabajos casi siempre hechos de manera altruista
y por personas atraídas por el rastro que su figura ha dejado en la historia científica
de España.
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