PERDEMOS EL TREN
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Al hilo de como se van
desarrollando los acontecimientos en nuestro país vemos que, irremisiblemente, no
se avanza en el desarrollo armónico del mismo, por el contrario, se incide
sobre los ejes de desarrollo tradicionales que tan desvertebrada han dejado a
España. El Gobierno español actual, tan preocupado por la crisis económica, no
parece motivado en establecer o mejorar nuevos ejes de comunicación que organicen nuestra
economía de forma más eficaz. Todos los ejes de comunicación pasan por Madrid y
Barcelona. Todos o casi todos los trenes pasan por dichas ciudades. Primero,
siguiendo el plan REDIA y tomando Madrid como punto de partida de todos los
ejes de comunicación. Segundo, haciendo de Cataluña la puerta de entrada y
salida de todas (o casi todas) las comunicaciones españolas. De norte a sur no
hay nada: todo el Pirineo esta sin perforar.
Así pues, de Bilbao a Alicante
vas pasando por Cataluña. De Zaragoza a Alicante puedes ir también pasando por
Tarragona o por Madrid. La línea central y más corta, que está, pasando por
Teruel, queda abandonada. Desde hace tiempo sabemos que el Central de Aragón
está cerrado de Calatayud a Caminreal y el resto de la línea incluyendo el
Caminreal en estado deplorable. Prometieron el Cantábrico Mediterráneo y nadie se
acuerda ya de ello.
Han gobernado en Aragón la
izquierda y la derecha y nada ha cambiado. El eje de nuestra política territorial lo marcó Santiago Lanzuela hace
ya algún tiempo cuando le dijo en sede parlamentaria al residente de España:
“Aquí me tienes, úsame”. Aragón ha sido “usado” por Madrid y Barcelona sin que
a nuestros políticos se les haya caído la cara de vergüenza. ¡¿Y el Canfranc?!...
bien, sigue cerrado.
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Se prometió la electrificación de esta línea y nada se ha hecho.
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Se actúa desde el poder para desincentivar el uso del ferrocarril.
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En vez de avanzar en el desarrollo ferroviario, retrocedemos.
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