Los textos que han acompañado estos seis spot de Miscelánea Turolense proceden del panel situado en lo alto del santuario y es autora de los mismos, la Dra. Silvia Alfayé Villa. Para ella nuestro reconocimiento y felicitación por estar estos textos, a nuestro entender, muy bien elaborados.
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PROCEDENCIA DE LOS FIELES
Otra cuestión relacionada con el santuario de Peñalba en la Antigüedad que aún no ha sido resuelta es la procedencia de los fieles, ya que desconocemos cual fue el alcance de su "territorio de gracia", aunque cabe suponer que éste incluía asentamientos indígenas y romanos del entorno, como los documentados en las localidades de Villastar, Villel, Cascante del Río, Teruel (Alto Chacón) y, Villaspesa, entre otros, aunque no podemos precisar la extensión del área de captación.
La localización de peñalba en los límites sudorientales de la Celtiberia, en contacto con el ámbito ibérico levantino, y la discutida existencia de textos ibéricos grabados en el cortado, han motivado su interpretación como un santuario de frontera al que acudían poblaciones celtíberas, iberas y romanas desde finales del siglo I a. C. hasta comienzos del I d.C. periodo en que se datan los epígrafes.
En cualquier caso, existe un vacío epigráfico hasta época medieval, periodo en que se adscriben diversos textos rupestres, fragmentos cerámicos encontrados en la superficie, un capitel rupestre, y gravados de cruces y ballestas, entre otros motivos. Todo ello podía estar relacionado con el uso de algunos tramos del farallón de Peñalba como espacio cristianos de culto en época medieval.Con posterioridad, ya en época moderna, algunos abrigos fueron utilizados como corrales para guardar ganado, y una zona del farallón fue explotada como cantera de caliza.
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¿Que sabemos sobre la montaña sagrada de Peñalba?
Que en los siglo I a.C. y I d. C. fue un santuario en el que recibieron culto varios dioses con nombres celtibéricos por parte de las comunidades indígenas y romanas del entorno y que estas celebraron allí peregrinaciones y reuniones religiosas, en una de las cuales construyeron una estructura cultural techada. La factura de inscripciones vernáculas y latinas sobre ciertos tramos del farallón fue otra de las acciones rituales antiguas celebradas en este lugar, entre las que también se incluían la realización de imágenes rupestres figuradas y geométricas, el posible sacrificio de animales y el depósito de ofrendas hoy desaparecidas, y la ejecución de danzas y cánticos, de gestos, movimientos y palabras que acompañarían a esas acciones religiosas, y de las que no nos habría quedado ninguna huella.
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