EL PUENTE DE DOÑA ELVIRA
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Un relato de Jaime Caruana y Gómez de Barreda
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“A finales del siglo XIII, cuando ya el peligro del moro había desaparecido completamente, vivía al otro lado del río una joven de extraordinaria hermosura, llamada Doña Elvira, que poseía las ricas tierras de la vega bañadas por el Turia.
Muchos fueron sus pretendientes, pero ella, enamorada de un joven y apuesto turolense, le concedió su mano, celebrándose con gran pompa las bodas en Teruel.
Ocurrió que uno de los antiguos pretendientes de Doña Elvira quedó resentido y juró tomar venganza del desdén de la hermosa.
Durante algún tiempo los esposos vivieron felices. Él venía frecuentemente a Teruel a resolver asuntos y visitar a parientes, y dice la tradición que cierta noche, cuando el joven enamorado regresaba de Teruel ansioso de volver con su amada, cuando cruzaba el puente de San Francisco, único que entonces existía, fue asesinado alevosa y traicioneramente por aquel pretendiente despechado.
Inmenso fue el dolor de Doña Elvira. Enlutada y triste vivió en adelante la infeliz y como tenía que venir repentinamente a Teruel, repugnando cruzar por el fatídico puente manchado con la sangre del ser tan querido, ordenó construir un paso de tablas que acortaba el camino –el Puente de Doña Elvira- para no tener que pasar por el que tan ingrato le era.”
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EL PUENTE EN LA ACTUALIDAD
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