Lo primero que llama la atención es el lugar tan escabroso de este asentamiento urbano. Pensamos que dos pudieron ser la razones para levantar aquí la casa. Primera, la de situarse al lado de las huertas del marques de la Cañada y, la segunda, por las mismas razones, la construcción de las instalaciones del "Carburo" en las inmediaciones. La ermita dedicada a San José y cuya llave tienen ahora los Franciscanos fue una donación de la marquesa. Sin embargo, el barrio lo atraviesa un camino, precisamente, el viejo camino a Madrid. Por aquí debió marchar a la corte Yagüe de Salas a presentar su libro de poemas sobre los Amantes a Lope de Vega y a Cervantes. De ambos se trajo dos sonetos, recuerdo de aquellas justas literarias. El barrio es, cuando menos, anárquico y pintoresco. En el ha crecido, fruto de la desidia municipal, un monstruoso bloque de viviendas.
*
*
*
***
**
*
**
*