¡ERES UN FACHA!
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Tenía un amigo (que ya falleció) que aparentaba ser socialista y para dar esa apariencia su “discurso”, que no daba lugar a dudas de su posicionamiento ideológico, era totalmente anticlerical. Nunca hablaba ni de Dios, ni de la Fe, ni de ningún aspecto teológico. Se trataba de echar la mayor cantidad de suciedad sobre los curas y la Iglesia. Luego, en su vida práctica, carecía de solidaridad con ningún ser humano y, vivía como un auténtico burgués. Pero, este amigo, no es un caso único, ni mucho menos. Se trata del posicionamiento ante la sociedad. Obtenida la etiqueta que deseas, de ahí en adelante puedes vivir como te dé la gana sin problemas. Otro ejemplo patente y sangrante, a escala nacional, es el de los marqueses de Galapagar. También hay una frase muy característica que se emplea en las tertulias: “¿Éste, de que pie cojea?”. Se suele señalar: “es rojo o de la cáscara amarga” y también, “es facha o azulete”. La expresión: “ni chicha ni pescao” queda para aquellos (poco habladores) a los que no se les puede aplicar una etiqueta de forma muy definida.
Hoy día, en los foros, chats, etc. de Internet, al no conocerte personalmente el interlocutor, éste, aventura sin remilgos, según el último comentario leído. Y las cosas pueden ser de lo más disparatadas. Desde luego, las tintas se cargan “inmisericorde” contra aquel que hace alguna apreciación próxima al partido llamado Vox. En esencia se trata de posicionarte, de obtener el “marchamo” de demócrata y progre, en contraposición a Vox, piedra de toque de toda discusión.
Todo es cuestión de estrategia. Mientras uno, los de Vox, son unos bisoños y les caen por todos los lados. Los otros, los de Podemos, se han confeccionado una piel de cordero que les resguarda del frío y de cualquier crítica social. Podemos es la mano dadivosa que ayuda a los pobres.
Pero hay muchos otros partidos que han hecho la operación camaleónica. Pongamos por ejemplo el PNV, de ideología racista y xenófoba ligado a la burguesía vasca. Pues, ¿oiga?, le da pudor acercarse a la derecha española. Le da ictericia. En sentido menos acentuado que el vasco está en Aragón el Par (de la baja nobleza regional), de raíz caciquil agrario, de pensamiento conservador y partidario del Fuero… ¿Con quién Gobierna en Aragón? ¡Vaya que sí! Con PSOE, Cha, Podemos y dándole besos a IU. Podríamos seguir un buen rato. Pero resulta que quienes tienen los medios de comunicación dominan las mentes adormiladas de la sociedad. De Ahí que Torra pida más dinero para TV3 y que, Pedro Sánchez, este encantado de dárselo.
Pero volvamos al asunto personal, a aclarar algunos “insultos” que he recibido últimamente por mi posicionamiento. Desencantado de los partidos he decidido llevar mi propia trayectoria como aragonés. Ni soy nacionalista, ni soy aragonesista, eso queda en el olvido. Por ello, como aragonés (sin etiquetas) raso procuro todos los años dedicar algo de mi dinero a la promoción cultural de mi tierra. Viajes, entrevistas, estudios y otras menudencias aparte, lo que se puede decir en dinero contante y sonante que sale de mi bolsillo en promoción de la cultura aragonesa oscila, en torno, a los 2.500 euros anuales. Es mi pobre contribución a la tierra que me vio nacer y es lo que puedo demostrar, no con palabras, si no con facturas.
He renunciado a pedir subvenciones. Primero porque aún estoy pendiente de cobro de la primera que pedí (gracias al apoyo de Salvador Muñoz del PSOE) al Ayuntamiento de Teruel y, lo segundo, por el sectarismo al que hemos llegado. ¡Una verdadera vergüenza!
En resumen, nadie puede impedir que se opine sobre tu persona y la etiquete pero, tampoco, puede impedir que uno haga lo que considera su deber cívico y social hacer. Como decía aquel obispo occitano en plena batalla: “MATADLOS A TODOS, QUE DIOS YA ELEGIRÁ A LOS SUYOS”.
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