EL VINO DE CARIÑENA
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Muchas veces hemos hablado desde este
blog sobre el vino de Cariñena y no es cuestión de repetirse. En esta ocasión
señalaremos de manera orientativa las líneas que deberían marcar su futuro a nuestro entender. Un futuro prometedor si
se atiende a lo principal y se evitan los egoísmos (las tres cosechas en un
mismo año).
Me señalaba un amigo hace unos días, visitando
un viñedo ahora, en época invernal, el
cuidado y el mimo con el que se cultivan las vides en el Campo de Cariñena.
Como este asunto está más que resuelto, es decir el de la CANTIDAD, veamos cómo
se afrontan los siguientes retos.
LA CALIDAD
LA SEGURIDAD
Y EL MERCADO
Cualquier persona que esté atenta a
los medios de comunicación habrá recibido alguna información al menos sobre dos de los tres puntos básicos que
señalamos. La calidad, por los premios que recibe en los encuentros, concurso y
catas internacionales. La seguridad, por las muertes producidas por el dióxido
de carbono en algunas de sus bodegas cooperativas (Encinacorba y Paniza) y, el
mercado, por su debilidad y por la falta de una red de distribución que
complemente el vino vendido a granel a las cadenas de alimentación europeas.
El desarrollo de estos tres segmentos
darían una potencia económica a Cariñena inigualable. Esperemos que el futuro sea prometedor.
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Cepa en espaldera recién podada.
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Viña en invierno
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