INSTRUCCIÓN Y EDUCACIÓN
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Son dos conceptos fáciles de entender
pero que su significado no ha calado en todas las capas sociales. Instrucción
es el caudal de conocimientos que adquiere un individuo y, en principio, en España,
hasta el franquismo se le llamó al Ministerio del ramo: de Instrucción. Se trataba de dar conocimientos
al individuo bajo la premisa de que la educación venía añadida por la acción de
la Iglesia Católica hegemónica en España. Con el franquismo se le cambió el
nombre y se le puso el de Ministerio de Educación (opción muy acertada). La "Educación" no tiene que
ver con la instrucción, aunque una y otra se apoyen y complementen. Durante
mucho tiempo se observó que una persona instruida era, generalmente, una
persona educada, pero también es verdad que el concepto de “educada” se refería,
más que nada, a las normas de urbanismo y no al verdadero significado de la palabra: “Educación”.
La “Educación” también es una acción
sobre el individuo y va destinada a desarrollar las capacidades intelectuales
(como también hace la instrucción) pero sobre todo éticas, morales y afectivas en
consonancia con la sociedad en que se vive. De tal manera que, la "Educación", puede cambiar de un país a otro, de una región a otra e incluso y, sobre todo,
de una familia a otra. La razón es que la “Educación” lleva impresa un código de
conductas éticas y morales, o si queremos, podemos plantearlo en los términos que ahora se dicen:
de VALORES. Y es aquí, en los VALORES y en su adquisición, donde no estamos siempre todos de acuerdo.
En las dictaduras (fascistas o
comunistas) el código de VALORES es único y “recetado” por el poder dominante.
Ejemplo: en el franquismo la “Educación” era Católica y obligatoria para todos
los españoles.
En una sociedad libre la “Educación”
es un derecho del individuo inalienable. Por ello el Estado debe respetarlo y aún
más, propiciarlo. Y por esa razón, no puede haber “UNA ESCUELA ÚNICA PARA
TODOS/DAS” porque eso es la dictadura que repudiamos. Debe haber tantas escuelas como opciones
“educativas” nazcan en el seno de esa
sociedad. Siempre y cuando se cumplan dos principios: respeto de los Derechos
Humanos y consonancia o sintonía con los VALORES de la sociedad en la que se
tiene que insertar el individuo.
En España a menudo se da el debate
sobre la vigencia de la llamada Enseñanza Concertada y me llama mucho la atención que muchos
maestros de la Enseñanza Pública no hayan entendido (o no quieren entender) que
la Enseñanza Concertada es un DERECHO inalienable de individuo, y así está
contemplada en la Constitución. No me extraña, tampoco, que los partidos y
sindicatos de raíz marxista quieran acabar con ella, pues son opciones (políticas y sindicales) que
propugnan la DICTADURA del proletariado y la supresión de los derechos y
libertades del individuo.
En la “Enseñanza” concertada o no
concertada, no solamente está la Iglesia, por el contrario hay muchos grupos de
padres que han formado cooperativas a través de las cuales llevan a la práctica
su modelo (constitucional) de educación.
La ESCUELA DE PADRES nace como una
necesidad ante las carencias educativas de nuestro sistema. Muchos padres se
ven sobrepasados por una realidad que les supera y, a menudo, carecen de las
herramientas necesarias para apoyar una buena educación de sus hijos.
¡Queriendo educar, no saben muy bien cómo! Por esta razón la propuesta del
Ayuntamiento de Teruel es digna de aplauso.
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