No es un cuadro de Antoni Tàpies, se trata de la embocadura a la calle San Benito, desde la del Salvador.
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Están haciendo obras los propietarios
del Hotel Reina Cristina (familia Gargallo) en nuestra ciudad. Las obras
comprenden dos casas sitas entre las calles San Benito y la calle de la Colina, junto al citado hotel.
La calle San Benito permanece, pero la de la Colina prácticamente se ha
perdido. Esta última calle, tan singular, bordeaba la muralla entre la puerta
de Guadalaviar y el primer recodo subiendo la cuesta de la Andaquilla. La mayor
parte de la calle (como llevamos dicho) ha desaparecido, pero quedan los arranques a ambos lados de
la calle. Cuando terminen las obras, dicen, que podremos transitar unos metros
de dicha calle. Al derribar la segunda casa a la izquierda, subiendo la calle
de San Benito desde la calle de El Salvador, ha quedado al descubierto un paño
de muralla. Sobre este paño, al igual que sobre el resto se adosaron casas y
utilizaron la muralla y su fuerte grosos para prácticas ventanucos, alacenas y
armarios. Este tramo de muralla, sea por la razón que sea, no es de piedra como
suele ser habitual, si no que como ocurre en Daroca, es de tapial. El poniente de
la ciudad, el que se descuelga sobre el Turia, debería necesitar menos protección
y se construyó con materiales más endebles. A continuación mostramos la muralla
cuando el solar se ha despejado y se inicia la construcción de la estructura de
la nueva casa.
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A la derecha, muralla de tierra.
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Lienzo de muralla al descubierto.
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Los andamios están sobre la calle de la Colina.
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Habitáculos en la muralla.
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INICIO DE LA CALLE DE LA COLINA DESDE LA ANDAQUILLA
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En este punto se da por finalizada la calle.
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