LA MUNICIPALES
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Me puedo equivocar, porque en esto de
las elecciones, siempre es complicado apostar. Pero aquí, en concreto, en el
ayuntamiento de Teruel que es por población y por ser capital administrativa,
el más importante de la provincia, tiene todas las de ganar la actual alcaldesa del
PP. En sentido estricto, la lucha debería de ser entre el PP y el PSOE. El PP
con la alcaldesa Buj, va con paso firme y decidido. Parece que quiere tener
todos los temas atados. Ha desplegado una gran actividad en los últimos tiempos
y se advierte que al menos hay movimiento. Conoce los problemas de los barrios
tanto rurales como urbanos. Es un poco seca de trato pero es buena gestora. Por
el contrario, la candidata del PSOE que viene de sestear en la Fundación
Amantes, no se le ve con nivel para competir con Emma Buj. Lo poco que ha
trasmitido en la prensa da la sensación de ser una mandada, una chica
obediente, quizás puesta ahí para cumplir con el cupo. Otra cosa que choca de
la Juderías es que se presente por el PSOE. ¡Claro qué, este año se decía (con
sorna) que se vendían boletos para la cena familiar de Nochebuena!
Bromas aparte, no hay color. Por otro
lado el restos de los partidos, en ambas alas del espectro, parecen
narcotizados. No hay actividad, ni trabajo de campo, ni nada de nada.
Lo primero que tiene que tener un
candidato es pasión por Teruel. Y eso lo
decía muy bien Julio Esteban: ¡¡TERUEL ES MI PASIÓN!!
Efectivamente, para ser alcalde hay que creérselo y querer a tu ciudad. Tener pasión por ella y arremangarte
cuando vas al barrio de Pomecia, a Mena Motina o a las Cuevas del Siete… Tener
proyectos y luchar porque se cumplan. Sin ese empuje, sin esa ilusión, sin ese
empeño… mejor quedarte en casa.
Hay quienes (la mayoría) hacen
oposición de sofá. A ver que se dice en el periódico y como respondo. Mal
asunto. El Diario de Teruel está en malas manos y te relegarán a la página par
o a una esquina a pie de página. Hay que salir a la calle, visitar los barrios
y hablar con la gente. Al menos, si no ganas, tendrás la conciencia tranquila.
A estas alturas la suerte está echada
y ahora se trata, solamente, de no meter la pata.