El Director del Diario de Teruel y
con él, el presidente de la Diputación Provincial de Teruel, han comenzado una carrera
alocada y suicida en lo tocante a la información que se da en un medio de
comunicación de carácter público y sostenido con los impuestos de todos os turolenses.
Es por ello, obligación ética y moral de este diario mantener una estricta
neutralidad y proporcionalidad en todas las noticias que se publican. Al mismo
tiempo, el director del Diario de Teruel, debe saber la forma, los espacios,
las preferencias y las categorías de las noticias que se publican. Y si él no lo
sabe, hay periodistas en ese diario que sí lo saben y lo han demostrado en
otras etapas del diario.
Cada mañana cuando cojo el diario
para su lectura me siento abochornado. Ni el más mínimo sentido del pudor. Ni
el menor rasgo de equidad. Ni un ápice de sensatez acude a las entendederas de
quienes acobardados por las encuestas electorales han decidido jugársela a la
peor opción, la opción del partido único y la ausencia de democracia en cada
una de esas páginas.
Ya sabemos que hay personajes dispuestos
a cambiar de partido, de bando o de ideología según convenga, pero aquí, se han
pasado y traspasado todas las líneas. Se están jugando su futuro como
periodistas imparciales y ecuánimes.
Gane quien gane la mancha está
echada. Y si se criticaba al franquismo, ahora se hace lo mismo o aumentado. Al
menos los franquistas tenían complejo de inferioridad, pero ahora, son una
apisonadora y no cuela ni una mala carta al director. ¡Bochornosos!
Por fin, señalar que, si ganaren, que
el PSOE se lo premie y, si pierden, que su conciencia les enseñe cual el
verdadero camino de la concordia entre ciudadanos. Amén.