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domingo, 22 de marzo de 2020

Marzo2020/Miscelánea. LA VISIÓN DE EZEQUIEL


EZEQUIEL
Aparición de la gloria del Señor
1 1  En el año trigésimo,  en el mes  cuarto, a cinco del mes, sucedió que estando yo en medio de los cautivos junto al río Cobar, se me abrieron los cielos , y tuve visiones divinas. 2) A cinco del mes, en el quinto año después de haber sido trasladado a Babilonia el rey Joaquín, 3) dirigió el Señor su palabra a Ezequiel, sacerdote, hijo de Buci, en la tierra de los caldeos, junto al río Cobar; y allí se hizo sentir sobre él la mano o virtud de Dios.
   4 Y miré, y he aquí que venía del Norte un torbellino de viento, y una gran nube, y un fuego que se revolvía dentro de la nube, y un resplandor alrededor de ella; y en su centro, esto es, en medio del fuego, una imagen de un personaje, tan brillante como si fuese de ámbar.
   5 Y en medio de aquel fuego se veía una semejanza de cuatro animales ; la apariencia de los cuales era la siguiente: había en ellos algo que se parecía al hombre: 6) cada uno tenía cuatro caras, y cuatro alas: 7) sus pies eran derechos como los de un hombre, y la planta de sus pies, como la planta del pie de un becerro, y despedían centellas, como se ve en un acero muy encendido. 8) Debajo de sus alas, a los cuatro lados, había manos de hombre; y tenían caras y alas por los cuatro lados. 9) Y juntábanse las alas del uno con las del otro. No se volvían cuando andaban, sino que cada uno caminaba adelante según la dirección de su rostro. 10) Por lo que hace a su rostro, todos cuatro le tenían de hombre, y todos cuatro tenían una cara de león, a su lado derecho; al lado izquierdo tenían todos cuatro una cara de buey; y en la parte de arriba tenían todos cuatro una cara de águila. 11) Sus caras y sus alas miraban y extendíanse hacia lo alto: juntábanse por la punta dos alas de cada uno, y con las otras dos cubrían sus cuerpos. 12) Y andaba cada cual de ellos según la dirección de su rostro: adonde los llevaba el ímpetu del espíritu, allá iban; ni se volvían para caminar.
   13 Y estos animales a la vista parecían como ascuas de ardiente fuego y como hachas encendidas. Veíase discurrir por en medio de los animales un resplandor de fuego, y salir del fuego relámpagos. 14) Y los animales iban y volvían a manera de lucientes relámpagos.
   15 Y mientras estaba yo mirando los animales, apareció una rueda sobre la tierra, junto a cada uno de los animales; la cual tenía cuatro caras o frentes; 16) y las ruedas y la materia de ellas era a la vista como del color del mar; y todas cuatro eran semejantes, y su forma y su estructura eran como de una rueda que está en medio de otra rueda. 17) Caminaban constantemente por sus cuatro lados, y no se volvían cuando andaban.
18) Asimismo las ruedas tenían tal circunferencia y altura, que causaba espanto el verlas; y toda la circunferencia de todas cuatro estaba llena de ojos por todas partes. 19) Y caminando los animales, andaban igualmente también las ruedas junto a ellos; y cuando los animales se levantaban de la tierra, se levantaban también del mismo modo las ruedas con ellos. 20) A cualquiera parte donde iba el espíritu, allá se dirigían también en pos de él las ruedas; porque había en las ruedas espíritu de vida.
21) Andaban las ruedas si los animales andaban; parábanse si ellos se paraban; y levantándose ellos de la tierra, se levantaban también las ruedas en pos de ellos; porque había en las ruedas espíritu de vida. 22) Y sobre las cabezas de los animales había una semejanza de firmamento, que parecía a la vista un cristal estupendo; el cual estaba extendido arriba por encima de sus cabezas. 23) Debajo, empero, del firmamento se veían las alas de ellos extendidas, tocando el ala del uno a la del otro, y cubriendo cada cual su cuerpo con las otras dos alas; cubríase cada uno del mismo modo. 24) Y oía yo el ruido de las alas como ruido de muchas aguas, como trueno del excelso Dios; así que caminaban, el ruido era semejante al de un gran gentío, o como ruido de un ejército, y así que paraban, dejaban sus alas; 25) porque cuando salía una voz de sobre el firmamento que estaba encima de sus cabezas, ellos se paraban y bajaban sus alas. 26) Y había sobre el firmamento que estaba encima de sus cabezas, como un trono de piedra de zafiro, y sobre aquella especie de trono había la figura como de un personaje.
27) Y yo vi su aspecto como una especie de electro resplandeciente, y a manera de fuego dentro de él, y alrededor de su cintura hasta arriba; y desde la cintura abajo vi como un fuego que resplandecía alrededor. 28) Cual aparece el arco iris cuando se halla en una nube en día lluvioso, tal era el aspecto del resplandor que se veía alrededor del trono.
2 1    Esta visión era una semejanza de la gloría de Dios. Yo la tuve, y póstreme atónito sobre mi rostro, y oí la voz de un personaje que hablaba, y me dijo a mí:
Misión del profeta Ezequiel
   Hijo de hombre, ponte en pie, y hablaré contigo. 2) Y después que Él hubo hablado, entró en mí el espíritu y me puso sobre mis pies; y escuché al que me hablaba, 3) y decía: Hijo de hombre, Yo te envío a los hijos de Israel, a esos gentiles y apóstatas que se han apartado de Mí; ellos y sus padres han violado hasta el día de hoy el pacto que tenían conmigo. 4) Son hijos de rostro duro, y de corazón indomable esos a quienes Yo te envío. Y les  dirás: Esto y esto dice el Señor Dios: 5) Por si acaso ellos escuchan, y por si cesan de pecar; porque es ésa una familia contumaz. Y sabrán que tienen un profeta en medio de ellos. 6) Tú, pues, hijo de hombre, no los temas, ni te amedrenten sus palabras; pues tú tienes que habértelas con incrédulos y pervertidores, y habitas con escorpiones; no temas sus palabras, ni te amedrenten sus rostros; pues ella es una familia rebelde. 7) Tú, pues, les repetirás mis palabras, por si acaso escuchan, y cesan de pecar, porque es gente a propósito para irritar.
   8 Mas tú, ¡ oh hijo de hombre!, escucha todo aquello que te digo; y no seas rebelde, como lo es esta familia; abre tu boca, y come todo lo que Yo te doy. 9) Y miré y he aquí una mano extendida hacia mí, la cual tenía un volumen o libro arrollado, y lo abrió delante de mí, y estaba escrito por dentro y por fuera; y lamentaciones y canciones lúgubres y ayes o maldiciones era lo que se hallaba escrito en él.
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