Santa Emerenciana mártir, de Zurbarán
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Esta pintura de Santa Emerenciana que se guarda en la Sociedad Hispánica de América en Nueva York nos pone en la pista del comercio entre España y Nueva España. Las dos eran, a la sazón, una misma cosa, una misma nación. La pintura realizada por Zurbarán responde a un encargo, por esta razón, el cuadro fue de España a América y de Nueva España a EEUU.
En México tenemos una escultura de la bisabuela de Jesucristo, también llamada Santa Emerenciana como la mártir. Esta Santa Emerenciana cuyo culto se retiro en el Concilio de Trento tiene una escultura en bulto en la iglesia de Santa Prisca de Texaco Estado de Guerrero (México).
Es pues imaginable que se demandara (no sabemos por quién) una imagen de la Emerenciana martirizada en tiempos de Diocleciano.
El culto a Santa Emerenciana no está muy extendido, todo lo contrario, lo tenemos en Teruel y la Puebla de Valverde por la razón de que Juan Fernández de Heredia trajo sus reliquias. Por otro lado, en México, tenemos contacto con una parroquia dedicada al culto de Santa Emerenciana mártir. Es decir, que en México ha permanecido el culto a Santa Emerenciana mártir y no sabemos las circunstancias de ello.
Esto indica que los galeones españoles cuando iban a América iban también cargados con caballos y otros muchos objetos, por ejemplo la vid. La cultura cristiana necesitaba el vino para celebrar la misa. Por esa razón, la filoxera, que es una enfermedad endémica de las vides americanas, tardó tanto el llegar a España, finales del siglo XIX. El primer ferrocarril que se pone en funcionamiento en España lo hace en Cuba y así un sinfín de cosas que nos hermanaban.
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