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miércoles, 8 de febrero de 2023

Febrero2023/Miscelánea. EL CEMENTERIO JUDÍO DE TERUEL (ADIÓS A UNA PARTE DE NUESTRA HISTORIA)

Con la construcción de este edificio en el solar de la casa Utrillas, no queda memoria de lo que fueron las Eras de Santa Lucía y el cementerio judío de Teruel.
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El cementerio judío de Teruel

Por José R. Ayaso

Universidad de Granada

El cementerio de Teruel fue la primera necrópolis judía excavada con metodología “moderna” en España, pero desgraciadamente los trabajos arqueológicos no han sido sistemáticos. Los descubrimientos se han ido produciendo de manera fortuita a lo largo de los años, razón por la que los arqueólogos han llegado cuando el destrozo ya se había producido, limitándose a hacer un registro de los materiales o, en el mejor de los casos, una pequeña excavación complementaria.

El cementerio se encuentra en una planicie que circunda a Teruel por el NE, conocida como Altos o Eras de Santa Lucía, por una ermita hoy desaparecida. El cortejo fúnebre saldría por el portal de la Judería hacia las Eras del Mercado, descendería hacia la Rambla del Arrabal y desde allí, dejando a la derecha el camino de Zaragoza, subiría a la zona alta por la ladera menos escarpada.

Debió ser un cementerio bastante extenso, de unas 7 hectáreas de superficie (J. Vicente y C. Escriche 2002:121). Desde principios del siglo pasado, la zona ha sufrido una completa urbanización, que ha supuesto la destrucción del yacimiento. Compárese el mapa de Teruel en 1914  con el callejero actual de la ciudad.

Los enterramientos se hacen en fosas trapezoidales, con la forma de los ataúdes, de los que se conservan restos de madera y sobre todo clavos. La orientación predominante es la NW-SE, aunque hay otras con una orientación más extraña. Las tumbas aparecen aisladas, bien alineadas y sin superposiciones. El cementerio no se llegó, por tanto, a colmatar.

Las primeras tumbas del cementerio aparecieron durante unas obras de cimentación en las eras de Santa Lucía en los años veinte del siglo pasado. Antonio Floriano Cumbreño llegó al lugar cuando ya habían sido excavadas las tumbas. Recogió la información que le dieron los obreros, estudió el abundante ajuar encontrado (un total de 20 anillos y sortijas, una placa de plata y cuentas de collar) y elaboró un informe para la Academia de la Historia (A. Floriano 1926b). Poco después, tras conseguir el permiso del propietario del solar, Rumesindo Lacasa, Floriano excavó 8 tumbas más, con un ajuar menos rico, excavación de la que publicó una memoria (Floriano 1926a). En el momento en el que se estaba imprimiendo la memoria aparecieron 5 tumbas más, dos de ellas pertenecientes a niños de 5 a 10 años. Estos últimos hallazgos no llegaron a publicarse.

En enero de 1953, en el desmonte de la nueva variante de la carretera de Alcañiz (N-420a), que evitaba el trazado sinuoso de la carretera original, se descubrieron 30 tumbas antes de que se hiciera cargo del asunto Ángel Novella. Este excavó nueve sepulturas más en la trasera de la casa Utrillas (fig. 9), en su mayoría orientadas NW-SE, como las excavadas en 1926, pero más pobres, sin ajuar. El excavador piensa que se trataba de tumbas de las familias más pobres de la comunidad (A. Novella, 1953).

En aquel año, Francisco Cantera y José Mª Millás hicieron una visita al cementerio acompañados por Ángel Novella, profesor de Dibujo, y otros, comprobando que no había aparecido ninguna piedra sepulcral de interés, como afirma Cantera en una reseña de su visita publicada en Sefarad (F. Cantera 1953:366).

En 1962, Purificación Atrián, directora del museo de Teruel, recogió los materiales aparecidos durante las obras de construcción del centro cultural de Ibercaja en la avenida de Alcañiz, a la altura de la casa Utrillas, que sigue en pie y es testigo impasible de la transformación urbana de su entorno. Estos materiales se conservan en el museo de Teruel y son los conocidos ajuares, fechados en los siglos XIV-XV, que se incluyeron en la exposición Memoria de Sefarad que organizó Acción Cultural Española en Toledo en 2002 (J. Vicente y C. Escriche, 2002).

Purificación Atrián no hizo ningún tipo de intervención arqueológica. Recientemente, tras el traslado del centro cultural a un edificio histórico de Teruel, el edificio de Ibercaja en la avenida de Alcañiz fue demolido para construir una residencia de ancianos de la Fundación Rey Ardid e Ibercaja que, según mis noticias, tiene previsto inaugurarse a finales de 2018. Carmen Escriche, del museo de Teruel, me informó de que se hicieron excavaciones pero no apareció nada: la construcción del edificio anterior de Ibercaja debió arrasar el yacimiento.

Área geográfica donde se situaba el cementerio judío de Teruel
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