Decir Tarazona, es decir:
Moncayo, Queiles, sede episcopal, catedral de
Nuestra Señora de la Huerta, Santa María del Río, la Magdalena, la fachada
del Ayuntamiento, el Cipotegato, Raquel Meller, Gabriel Cisneros, Judería, Paco Martínez
Soria, Casa del Traductor, Marisa Porcel, Veruela o san Gaudioso... Todo junto y amasado en una
población que apenas sobrepasa los 11.000 habitantes y que es capital de la
comarca. Los turistas acuden en masa a ver su catedral recién restaurada. Como la
Fundación (creada) es sabedora de la joya que adorna la ciudad pone mil pegas a los
visitantes. Entramos por el Queiles y vistamos, primero, la parte baja del
pueblo paseando por la vieja plaza de Toros, tan singular como bien restaurada.
Recuerdo que antes de su restauración era un nido de suciedad y la catedral no
se podía visitar por el estado tan lamentable en que se encontraba, pero, en el
pueblo de Cisneros, todo ha cambiado. Luego fue subir hasta la plaza a ver esa
grandiosa obra que es el ayuntamiento, una fachada llena de relieves menudos,
escudos y atlantes paseando por todo el frontispicio. Bueno, un pero, toda la
plaza llena de coches y cables por todos los lados, como suele ser habitual en
nuestra tierra. No hemos tomado conciencia clara de lo que representa el
patrimonio. Una vez visitada la judería bajamos a ver la catedral, motivo central
de nuestro viaje. Primero el exterior, que no cuesta dinero y al que le falta
muy poco para terminar de ser restaurado. Nos sonaba mucho el cimborrio por su
parecido con el de Teruel, luego resultó ser del mismo autor. La torre, aunque
carente de azulejería, es magnífica. El interior es un prodigio de arte,
riqueza y belleza artística. El retablo es magnífico, la predicadera es de las
más excepcionales que he visto. Tiene un retablo gótico de mucho gusto y valor
y un coro con buena sillería aunque sencilla. Trascoro con un calvario y,
girola, con una capilla de san Andrés muy buena. No hay que decir que la
catedral es gótica y en el claustro hay una exposición pormenorizada de todo el
proceso de restauración. Falta de restaurar el claustro y varias capillas. En
una capilla tiene una piedad excepcional. Más fotografías podíamos poner, pero
la guía se puso pesadita con no hacer fotos. A nadie hace mal hacer fotos sin flash,
pero aquí está prohibido. Dos veces nos llamó la atención la sargento de
guardia. En Barcelona, en el MNAC, no nos pusieron ninguna pega.
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Tarazona desde el Queiles.
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Río Queiles.
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Exterior de la plaza de toros vieja.
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Interior de la plaza.
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Edificada en 1792 y restaurada en 1998.
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Información.
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Plaza vieja de toros.
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Plaza vieja de toros.
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Peirón (moderno) de San Antonio Abad.
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Nuestra Señora del Río, patrona de la ciudad.
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La Magdalena.
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Torre de la catedral.
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Casco histórico.
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Cipotegato.
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Ayuntamiento (antigua lonja).
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Mercedarios y ahora conservatorio de música.
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Paco Martínez Soria.
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Cipotegato frente al Ayuntamiento.
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Heráldica de Tarazona.
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