EL SUEÑO DE MARCILLA
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(La participación de todos los artistas turolenses en la promoción de los Amantes de Teruel es una tarea que no debe descuidarse. Pintores, escultores, diseñadores, fotógrafos, cineastas... unidos, con la ayuda de la administración, pueden y deben darle un gran impulso a la Historia de los Amantes)
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Marcilla, como el Salicio y Nemoroso de Gracilazo de la Vega,
era un pastor que circunstancialmente se dedica a la guerra. A principios de
los siglos XIII, XIV y siguientes, la actividad básica en Teruel era la ganadería.
Por ello, Marcilla, al pertenecer a una de las familias más importantes de la
ciudad su futuro se circunscribía a mantener un importante número de cabezas de
ganado y, también, a participar en las
cabalgadas siguiendo el Pendón de la ciudad. Estos pastores del Sistema Ibérico,
ocasionalmente practican las racias en territorio moro con el fin de
enriquecerse y desde luego, participan con entusiasmo en la campaña de Jaime I
para conquistar Valencia. La conquista de esta ciudad y territorio fértil en la
desembocadura del Turia le era de mucho interés. Sin embargo, el cultivo de las
huertas valencianas lo seguirán llevando mayoritariamente los moriscos. Es en
el siglo XIX, con el hundimiento de la industria textil debido a las Guerras Carlistas,
cuando aparece de forma emergente la agricultura de secano.
Casi 200 años después de la
expulsión de los moriscos (1603-expulsión moriscos - 1798 publicación del libro
de Asso) Ignacio de Asso señala que la agricultura en Teruel era una actividad
menor. Durante mucho tiempo se ha especulado sobre el impacto que tuvo tal
expulsión sobre la economía española. Se puede afirmar que al sur del Sistema
Ibérico el impacto fue mínimo por dos aspectos: primero, el carácter marginad
le la agricultura y segundo, la alfarería obtiene una revitalización con la
incorporación a los alfares turolenses de la cerámica azul de Talavera. Los
cristianos dominaban el principal recurso económico que eran los subproductos
de la oveja: lana (el más importante), piel, carne, leche y queso.
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GARCILASO DE LA VEGA
(1501-1536)
Égloga I
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El dulce lamentar de dos pastores,
Salicio juntamente y Nemoroso,
he de contar, sus quejas imitando;
cuyas ovejas al cantar sabroso
estaban muy atentas, los amores,
(de pacer olvidadas) escuchando.
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EL SUEÑO DE ISABEL DE SEGURA
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