PATRIMONIO ARAGONÉS
EN EL MNAC
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El MNAC es un enorme y suntuoso edificio
de estilo clasicista construido a 173 metros de altitud sobre el nivel del mar
en la montaña de Montjuic. La obra se realizó entre los años 1926 y 1929 para
dar cobijo a la Exposición Internacional de 1929. El edificio de claro corte
renacentista se desliza montaña abajo por una escalera que bordean una monumental
fuente y cuatro enormes columnas.
Estamos pues, en el epicentro del nacionalismo catalán. El edificio es conocido
como el Palacio Nacional de Cataluña, el contenido que alberga se le llama
Museo Nacional de Arte de Cataluña y en la escalinata se han colocado cuatro
enormes columnas que representan las barras de Aragón. Dicen que cada columna
ha costado un millón de euros...
El interior del Museo se divide
en cuatro salas, de ellas, la más nutrida es la del gótico. Este estilo nace en
el siglo XIII y se agota en el XVI y coincide con el periodo de mayor esplendor
de la Corona de Argón. Allí se encontrarán numerosas piezas que no son “nacionales
de Cataluña”, como debería corresponder a un museo “nacional” propio de este territorio,
sino nacionales de España, o sea, del Estado español. En lo siguientes capítulos
vamos a exponer algunas de las piezas que aquí se encuentran y cuya ubicación
en este entorno tienen dudosa justificación.
Podemos comenzar por las salas
del arte románico y, al final de ellas, encontraremos la Sala Capitular del
Monasterio de Sijena en Huesca. Estas pinturas murales, restos de un desastre increíble
perpetrado por las tropas procedentes de Cataluña en 1936, van a ser reclamadas
por el Gobierno de Aragón a la Generalitat y denunciadas ante la UNESCO.
Saliendo de la sala del románico y al comenzar la sala del gótico continúan las
pinturas murales de Sijena en lo alto de la entrada. Más adelante mostraremos
otras obras aquí albergadas.
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Nunca existió la "corte catalanoaragonesa"
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La techumbre mudéjar se quemó por completo.
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