… que premia a los malos y castiga a los
buenos.
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Chusé María Cebrián Muñoz
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¿Quién es Dios?- Dios es nuestro Padre, que está en los cielos; Creador
y Señor de todas las cosas, que premia a los buenos y castiga a los malos.
Así reza el catecismo y así nos lo enseñaron de pequeños. Con estas enseñanzas
cristianas nos crearon una moral tendente a hacer el bien y por lo tanto a ser
premiados. De igual forma los pueblos y las naciones de cultura Judeo-Cristiana
encaminan o deben encaminar sus políticas a promocionar el bien común y a
castigar el egoísmo. Parece, sin embargo, que la realidad contradice este
principio y se empeña tozudamente en desacreditarlo y dejarlo sin efecto. Así
ha sucedido con Teruel y su provincia a
lo largo, al menos, del pasado siglo XX. En Teruel se inaugura el ferrocarril
en el año 1901 y se pone en funcionamiento en los siguientes años, siendo de
esta forma, la última capital de provincia en llegar este moderno medio de
transporte. Estamos a principios del siglo XXI y los datos “reales” nos indican
que Teruel puede ser la primera capital de provincia de España en perder el
ferrocarril. El abandono de la vía es patente y el desvío de los transportes de
personas y mercancías por otras líneas hace que el deterioro de la nuestra sea
cada día mayor. Ejemplo de esto que decimos es el hecho de que, para viajar en tren
de Bilbao a Alicante, haya que pasar por Cataluña (no es broma). Pero el hecho
más trágico acaecido en Teruel capital durante el siglo XX fue sin duda “La
Batalla de Teruel”. El Gobierno republicano (ya marxista) eligió esta pequeña y
desguarnecida capital de provincia para iniciar una contraofensiva que sirviera
de maniobra dilatoria para evitar el fin de la guerra y conectarla con la
Segunda Guerra Mundial. 110.000 republicanos atacaron a una ciudad defendida
por apenas 4.000 soldados franquistas. Resultado de la operación fue el saqueo de la ciudad y la destrucción
de, al menos, el 75% de los edificios. La Batalla de Teruel cambió
la fisonomía del casco antiguo de nuestra ciudad y muchos edificios
desaparecieron definitivamente. Lo que
pasó en Teruel no tiene parangón ni con Guernica, ni con Belchite, ni con el
Alcázar de Toledo, ni con ninguna otra población de España. Hoy, 19 de
septiembre de 2013 es noticia en Teruel la explosión de una bomba (calle Miguel
Ibáñez) abandonada tras La Batalla de Teruel en un trastero con el resultado de
amputación de miembros y heridas graves. A punto de terminar la Guerra Civil
(36-39) los vascos y catalanes corrieron a rendirse y a salvar su industria. La
burguesía catalana (en este caso que nos ocupa) salvó la vida y la hacienda.
Tal es así que rápidamente recompusieron filas e iniciaron un periodo de
colaboración con Franco que les dio muy buenos resultados. Para que nos demos
una idea del asunto, al año siguiente de terminar la guerra esto es, en el año
1940, ya estaban desmontando las pinturas del Real Monasterio de Santa María
Reina en Sijena (Huesca) y llevándoselo a Cataluña. Mientras, en Teruel, apenas
salían de su asombro mientras volvían poco apoco los evacuados a una ciudad
fantasma que era todo escombro. Luego, mientras Teruel languideció durante todo
el franquismo, Barcelona se llenó de industrias, de gentes que emigraron hasta
allí en busca de un mejor futuro. A Cataluña se llevaron las buenas
comunicaciones ferroviarias, las autovías, las fábricas, la gente, los
cordericos, el carbón (sigue el problema de las Cuencas Mineras), el agua, la
energía… y la burguesía tornó a oír la música del Liceo y a veranear en Siches.
Mientras que en Teruel todo era emigración (años 50-60-70) y más de 70.000
turolenses tuvieron que abandonar la provincia dejando estos páramos desiertos.
Siguieron volviendo los viajantes catalanes a vendernos sus sábanas y sus
textiles en general. Volvieron a “señalar” las obras de arte que ahora se
vendían por pura necesidad de supervivencia. Se vendieron retablos, imágenes,
útiles sagrados, muebles, cuadros, cerámica… de tal forma que la mejor
colección de cerámica de Teruel está en Cataluña. Nos vendieron ellos, los
famosos SEAT, “ese coche que nos cambió la vida”. Y Cataluña fue creciendo y
creciendo y, particularmente la Ciudad Condal, aumentó su población de forma
extraordinaria con gentes provenientes de todas las partes de España. Llegaban
desde Galicia en el “Shangai” y otro tren recorría Andalucía, llevando a
ciudades dormitorio catalanas miles y miles de trabajadores para enriquecer a
una región privilegiada de España. Creyó esa burguesía que todo el mérito era
suyo y sus manos las del rey Midas: todos los negocios emprendidos eran
prósperos. Consideraron el momento de
soltar lastre y abandonar España. Tenían un montón de “tesoros” conseguidos en
una España empobrecida y, particularmente, un Aragón desgajado y maltratado en
demasía por la última contienda: todo el Aragón oriental desmantelado por las
Comunas Anarcosindicalistas procedentes de Cataluña (El Consejo de Aragón, de
Ascaso, no fue sino una broma de mal gusto). Tenían una industria próspera y
una red de comunicaciones que les dan la llave para salir y entrar de España.
Se les consiguió los Juegos Olímpicos. En este caso, José Antonio Samaranch, es
ejemplo de esa burguesía colaboradora con el régimen franquista. A Samaranch,
ahora no le quieren dar una calle en Barcelona (mal agradecidos). Ya en el siglo
XIX había decidido, esta burguesía, de la mano de Próspero Bofarull modificar
la historia de Cataluña para que fuera más acorde a la prosperidad económica
que se prometía. La Constitución de 1978 y su falta de límites a la asunción de
competencias ha terminado de dibujar el cuadro. Los alumnos terminan su
instrucción convencidos de la existencia de un reino y reyes catalanes, de un
Estado catalán y, en general, de una historia que gusta más que la real. Sin
embargo, El Estado de las Autonomías, les ha hecho competir
en pie de igualdad con el resto de los españoles y ahí, ahí, es donde se ha
producido la gran frustración de ellos.
Quieren un status especial y hablan de la falta de “encaje” de Cataluña
en España. Pudiera ser que Teruel pidiera trato preferente dado que no tenemos
ni industria, ni comunicaciones, ni… En Teruel nació el movimiento “Teruel
Existe” visto el atraso económico y social que hemos señalado arriba, pero ni
en Teruel, ni en Aragón planteamos el segregacionismo como método ni como fin:
SOMOS UN TERRITORIO LEAL.
Pero… si somos un pueblo leal, si
somos los “buenos”, ¿por qué el Estado nos castiga? Y más diré… ¿por qué premia
a los malos? ¿Por qué se da todo lo que piden a los que amenazan con
segregarse? Resultado de este proceso mal afrontado será, y ya está siendo
noticia en la prensa, la aparición de la extrema derecha y la petición de
independencia por parte de todas las Comunidades Autónomas. ¡Vamos, un
disparate!
Nuevo catecismo:
¿Quién era Franco? Nuestro Padre que estaba en Madrid; Creador y Señor
de todas las cosas que premiaba a los malos y castigaba a los buenos.
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Día, 8 de enero de 1938, un mes después de ordenarse desde Barcelona el ataque a una plaza indefensa como Teruel (100.000 atacantes republicanos, 4.000 defensores franquistas) y tras la rendición de la ciudad por parte del coronel Rey, las tropas marxistas desfilan ante Negrín y su Estado Mayor por las calles de Teruel. Todos con el puño en alto. La democracia había muerto en España ( en ambos bandos).
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