Adolf Mas i Ginestá (Solsona, 1981 - Barcelona, 1936) ya tomó fotografías de la techumbre de la catedral de Teruel. Los negativos originales, en cristal, se conservan en Barcelona.
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Tras
la “Batalla y Saqueo de Teruel” en la pasada Guerra Civil (36-39) tiene lugar, debido a la caída de un obús, el
redescubrimiento de la techumbre policromada de la catedral. Terminada la
guerra se procede a la restauración de la ciudad y también de la catedral.
Presta atención a las obras, sobre todo, Ángel Novella Mateo. Luego la CAZAR,
en 1981, de la mano de Rabanaque, Novella, Sebastián y Yarza, hace un libro que
contiene un estudio inicial de tan impresionante obra. Para 1986 se declara
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Más tarde, en el año 1999, se hace una
segunda restauración y se publican los trabajos correspondientes en un libro
editado por la DGA, MEC, CAI y Cabildo de la catedral. Primero se le llamó “artesonado”
y ahora nos dicen que le llamemos “techumbre”, ahí andamos. Popularmente se le
conoce como Capilla Sixtina del Arte Mudéjar por no encontrarse otra de la categoría
y belleza de la de Teruel. El descubrimiento de “un programa iconográfico”, si
lo hubiere para esta obra, está por determinar. Después de su primera
restauración se instaló un balconcillo que perimetra toda la nave central y
permite una observación próxima y cómoda de la obra. Seguramente, junto con la
Historia de los Amantes, es el bien cultural más singular de Teruel.
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