Vistas de página en total

lunes, 4 de marzo de 2013

Marzo2013/Miscelánea. SEMANA SANTA 2013 (LOS CALVARIOS)

Calvario de Jarque de la Val, simplicidad y serena belleza.
*
LOS CALVARIOS SALVADOS
*
Calvario o Gólgota es el nombre dado al monte o colina a las afueras de Jerusalén donde tuvo lugar la crucifixión de Jesús. En Aragón y áreas de influencia cultural, es donde estos singulares monumentos alcanzan todo su esplendor y espectacularidad. El peirón, la puerta ermitorio y el calvario, son monumentos genuinamente aragoneses que debemos preservar y restaurar.
*
La gente impidió que el Calvario fuera incendiado (tiene unos cipreses viejísimos, preciosos), o que fueran destruidos gran parte de los objetos religiosos de los edificios que hay en él. Esto quiere decir que hubo un cierto buen sentido.” (Eloy Fernández Clemente. El Bajo Aragón Expoliado. Deiba, Zaragoza, 1977, p. 60).
*
Resulta altamente llamativo leer hoy día estos “comentarios” de Eloy y no sentir un punto de sorpresa o desdén. Plantear que la invasión del Aragón Oriental (1936) fue algo cuasi democrático, que los culpables de los desmanes son los propios naturales del País y sus ancestrales rencillas es, simplemente, “enternecedor”. Frases como “La gente impidió que el calvario fuera incendiado” nos advierten que algo no funciona en el esquema de la descripción histórica de Eloy o que se ocultan datos. ¿Se incendió la iglesia con el beneplácito de la población? ¿De toda la población? Se quemaron los archivos parroquiales, ¿también, con la aquiescencia de la población? Hasta aquí podía llegar el odio a los curas, pero ¿qué pasa con los archivos municipales, con los registros de la propiedad?  Nadie en su sano juicio piensa en hacer desaparecer su propia identidad y la de los bienes que posee. ¡No somos nadie y no tenemos propiedades! tal parece ser la conclusión de esta genuina revolución. Sin embargo Eloy encuentra “cierto buen sentido” al no quemar el monte dado que había unos “cipreses viejísimos, preciosos”. Así que, esas gentes que venían desde Cataluña y los que desde aquí les apoyaron, tenían una sensibilidad a flor de piel con los árboles. Sensibilidad que no alcanzaba a la obra de arte ni al género humano al que fusilaban sin piedad. “Visto desde el bando rojo” como él dice o desde cualquier bando, incluso el más neutral, aquello no tiene ninguna disculpa. Venir a hacer la revolución a pequeños pueblos, ahora prácticamente deshabitados, donde era imposible la autarquía y que sin recursos externos el camino es y era la desaparición, fue un despropósito mayúsculo. Gran parte de la riqueza acumulada a lo largo de los siglos estaba “invertida” en edificios y objetos sagrados. Eso puede verse en lugares como Aliaga, donde lo poco que quedó, ha servido para exhibirlo en exposiciones internacionales. Lugares donde al turista apenas se le puede ofrecer un patrimonio cultural que no va más allá de las cuatro paredes de la iglesia lisa y lasa. Este parece ser nuestro destino, hacer y deshacer. Pero en este periodo en el que vivimos ahora, que es el de HACER, no sembremos la duda ni la interpretación falaz. Hay que condenar sin paliativos aquellos excesos y velar porque no se repitan nunca más. ¡Jamás! 
*
Espectacular calvario de La Fresneda.
*
Franco murió en noviembre de 1975 y en el verano de 1976 ya estaba constituida Deiba (Defensa de los Intereses del bajo Aragón), en Teruel se le llamó DEIBA-TE. Rufino Foz del Cacho presidió Deiba-te y fue senador. Luego, con el paso de los años todas estas gentes se acomodaron en el sistema y han acabado pidiendo que no se quiten las centrales, ni los pantanos... Que se queme el carbón de Teruel (un lignito de bajo poder calorífico y muy contaminante). Exactamente todo lo contrario que pedían. Pero, eso sí, nunca dijeron nada del expolio realizado en el Aragón oriental durante la Guerra Civil (36-39). La derecha española está muy cómoda con esta izquierda tan acomodaticia. 

Empedrado en el calvario de La Fresneda.
*