Tenía razón
NOGARÁ al plantear un debate sobre las lenguas de Aragón en Aragón. No se hizo a su
debido tiempo por la débil articulación de la sociedad aragonesa y las
consecuencias son claras: cada vez que un partido sube al poder en Aragón se
hace una nueva Ley de Lenguas. Eso es tan evidente como que no nos ponemos de acuerdo
ni para nombrar a dichas lenguas. El tema es tan preocupante como la parálisis que
padece este movimiento en favor de una parte esencial de nuestra cultura patrimonial. Hacer un debate no
sólo quiere decir hablar, se trata, de ponernos todos de acuerdo en lo
SUSTANCIAL. No insistiré en lo evidente. No haré recomendaciones, pues serán
rechazadas de plano. Sólo espero que con el tiempo, las cosas cambien… a mejor.
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