La calle Coso perimetra el asentamiento romano
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Si existe un árbol autóctono en la sierra de Algairén este es, sin duda alguna, la encina. La encina ha dado nombre a esta población que en su origen debió estar cubierta de encinas. Dice la tradición oral que la Encina-Corva primigenia estaba situada en el centro de la población, exactamente en la Calle del Centro. Para que esta calle se convirtiera en el centro de la población debieron pasar algunas cosas sustanciales. En primer lugar, el originario poblado celtíbero que estuvo situado (dice Jorge Faci) a tiro de fusil de la actual población ( se le conoce como Barracas) fue desestimado por los romanos. Con la llegada de estos y la construcción de la vía romana se estableció una nueva población que ha quedado delimitada (perimetrada) por la calle de El Coso. Desconocemos el impacto durante el periodo musulmán, pero lo cierto es que, con la reconquista y el establecimiento de nuevos pobladores bajo los templarios y la concesión de la carta puebla, la población aparece en la historiografía. La población debió de crecer a partir de la calle Centro hacia poniente y de ahí que, se tomara, este punto como referencia. Reforzados por la tradición oral pensamos que la primitiva Encona-Corva, Encina-Torcida o Lezina-Tuerta debió estar en el entorno de esta calle. También, antes de que estas tierras fueran de cultivo, el paisaje debió ser el de un gran encinar.
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