GALLO ROJO
O GALLO NEGRO
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Toda la historia de la humanidad ha sido una historia de lucha de clases. (Manifiesto Comunista)
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Lo
cierto es que nadie pensaba que la formulación de esta ideología marxista (y su síntesis en el "manifiesto") tuviera tan corto recorrido en la historia reciente de la humanidad. Formulada en un tiempo en que Inglaterra era
la “fábrica del mundo” y la explotación del proletariado, manifiesta en Europa.
Marx y Engels recogen un problema vivo en su tiempo. Pero… el “proletariado”
como tal ha desaparecido. Ni se tiene prole, ni el trabajo es ya manual. El
ejemplo más palmario es el de los estibadores de los puertos, antes, un trabajo
impropio de humanos y ahora, los estibadores, han creado entre ellos una
endogamia para dejar a sus hijos herederos de un trabajo bien regulado y
remunerado que los convierte en unos privilegiados a nivel social. Ahora, las
grandes ciudades del mundo desarrollado están llenas, no de fábricas, sino de
oficinas desde las que se gestiona la producción y la logística. Los robots lo
invaden todo y la mano de obra ya es marginal en muchas grandes empresas.
Es
evidente que la historia de la humanidad es algo más que la lucha de clases, si
no fuera así en Teruel no tendríamos historia (no hemos tenido proletariado). Así de sencillo. En Europa,
desde que el concepto Europa existe tras la romanización, todo ha sido un
problema de equilibrios. Cuando los equilibrios se rompían había guerras.
También rompían el equilibrio, las hambrunas, las pestes… Y, desde luego, un
componente humano en busca del poder. La sociedad ha caminado muy lentamente en
busca de una sociedad más justa, más equilibrada y con un mejor reparto (justo) de la
riqueza.
Un
ejemplo de la ruptura de este equilibrio está en EEUU. Un país abierto a los
emigrantes y a las oportunidades ha visto como de repente muchos ciudadanos
piden la construcción de muros fronterizos y paso preferente a los “nativos”
aunque, realmente “nativos”, son solamente un 2% de la población. La polarización
de la sociedad es el resultado de la ruptura de lo equilibrios precedentes y las
consecuencias de estas rupturas, a menudo, nefastas para el conjunto de la
sociedad.
La
polarización también se ha producido en España. La aparición de las dos extremas
(izquierda y derecha) es una mala noticia para nuestro sistema democrático. La
Falange y Fuerza Nueva en la historia española del siglo XX, tuvieron una escasa
representación parlamentaria, por ello, el que Vox tenga ahora 50 diputados y
Podemos 35, nos da idea de la situación tan complicada que tenemos y señal de
una radicalización de posiciones que inhibe el necesario diálogo entre partes
para solucionar los problemas.
