LEGALIDAD Y LEGITIMIDAD
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Terminada la Guerra Civil (36-39)
España tuvo unos años de respiro gracias a la II Guerra Mundial. España exportaba
a Europa en grandes cantidades, pues la guerra es una máquina de destrucción (las dos pagas extraordinarias 18 de julio y Navidad se instituyen en este periodo).
Pero a partir del año 1945 los problemas se le acumulan al Régimen. Sin
legitimidad, sin legalidad, ni alianzas externas Franco tiene que vivir en una
total autarquía y, el pueblo español, sufre una de las mayores hambrunas de su
historia.
Franco busca desesperadamente
alianzas externas con las que pueda “legalizar” su Régimen político (aunque no
legitimar). Una de los aliados con los que se encuentra es el Estado del Vaticano.
Resulta que, echando la vista atrás, nos encontramos con que desde la época
romana no había habido una persecución del cristianismo como la actual. Desde la muerte de Cristo a
Constantino I (tres siglos) el número de mártires cristianos había alcanzado
una cifra que oscila entre los 5.500 y los 6.500 mártires cristianos en todo el
imperio. Ahora bien, durante la Guerra Civil (36-39), es decir, en tres años y
solamente en España los mártires por la fe (ejecutados por la II República
Española) alcanza una cifra no inferior a las 10.000 (diez mil) personas. Es
pues, con mucho, la mayor persecución que ha sufrido la Iglesia católica en su historia, al
menos en España.
Así pues, ambas partes se necesitaban
y de esta forma nace el Concordato del año 1953. Las negociaciones fueron largas y
primeramente hubo que anular el Concordato de 1851.
De esta alianza entre la España Nacional
y el Estado Vaticano surge un modelo de
Régimen político que se ha dado en llamar NACIONAL-CATÓLICO. La Iglesia cobra
un total protagonismo en el orden religioso, social e interviene en todos
aquellos aspectos que tengan que ver con la moral y la conducta. Considerada a
España por parte de la Iglesia, perdida para la fe, se hacen misiones en todos
los pueblos y se evangeliza de nuevo a la población. La bula, la confesión y
comunión por Pascual Florida, el descanso dominical, el matrimonio indisoluble,
etc. etc… todo se lleva a cabo con el apoyo decidido de los poderes del Estado. La religión Católica será la oficial del Estado y Franco entra bajo palio en las catedrales.
Como colofón de esta alianza las
monedas que se acuñan y de las que mucha gente todavía guarda alguna, llevan
impreso el lema: FRANCISCO FRANCO CAUDILLO DE ESPAÑA POR LA GRACIA DE DIOS.
Dejando claro, la vuelta al “antiguo régimen”, pero evitando así, ser llamado al
régimen de Franco con el apelativo de FASCISTA.
Al NACIONAL-CATOLICISMO de Franco le
surge un aliado inesperado que le salva de la hambruna. Se trata de EEUU. Como
consecuencia de la Guerra Fría, Franco se apresura a formalizar un pacto con la
mayor democracia del mundo, cediendo cuatro bases militares y su soberanía a
los USA. Así, el pacto con los americanos se firma en el año 1951 y España
entra, seguidamente en la ONU, en el año 1955. Con esta entrada en la ONU y su
reconocimiento internacional España logra la LEGALIDAD aunque nunca pudo
conseguir la LEGITIMIDAD ya que el pecado estaba en su origen: UN GOLPE DE
ESTADO.