SIN
FERROCARRIL NO HAY FUTURO
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He aquí la
clara convicción que tenemos y la razón por la que perseveramos en nuestras
propuestas, en nuestra “matraca”. La defensa del ferrocarril es esencial, es
estructural, y es la clave para no quedarnos aislados en medio de la nada.
La historia
de las comunicaciones en la provincia de Teruel es la historia de un fracaso.
De las vías romanas se pasó a los caminos de herradura y fue la Ruta de la Lana
(camino de herradura) la principal vía de conquista y comercio durante muchos
siglos. En la Historia Contemporánea y tras la división de España en provincias
(1833 Javier de Burgos), no se supo articular nuestro territorio. El eje debía
haber sido, Teruel Calanda, por Cantavieja. Hoy día, este eje aún está en
obras. La semana pasada pasamos por allí y comprobamos el estado de las obras.
Pero sería en el año 1901 (mil novecientos uno) cuando se terminara el Central de Aragón y
comunicara, por fin, mediante ferrocarril a la última capital de provincia de
España: TERUEL.
Entre los
años 1964 y 1969 Madrid y Barcelona construyen sus primeras autopistas libres y
de peaje. Sin embargo, no será en Teruel y
hasta el año 2008, cuando se trace la primera autovía de la provincia
consiguiendo, eso sí, otro record: ser la última provincia española a la que
llega una autovía, es decir una vía de gran capacidad.
La línea
ferroviaria que une Sagunto con Somport pasando por Zaragoza es el tema de
nuestras preocupaciones. Un línea ferroviaria constantemente puesta en
entredicho y que se mantiene a duras penas. Una línea transversal que podría
tener su “chance” si se articularan las comunicaciones con Francia y, también,
con el Cantábrico.
La razón de
nuestras preocupaciones es la falta de resolución del Gobierno central para poner
en valor estas líneas de desarrollo. La conexión con Francia sería vital para
nuestras comunicaciones dándonos una línea de desahogo e independencia
respecto Cataluña y el País Vasco. La
conexión con Bilbao daría “aire” al puerto de Valencia y Bilbao, una vez
desechado el eje primigenio de Santander.
Pero el dar
vida a esta línea, siempre en el “aire” no depende del Gobierno de Aragón,
depende, básicamente, del Gobierno Central y tal y como nos tienen
acostumbrados a los aragoneses al
ninguneo, parece que de entrada: estamos pesimistas.
Nuestra
función es pedagógica: exponer, matizar, pedir, apoyar y dar cauce con todas
las opiniones necesaria de cara a la vertebración de nuestro territorio. Media
provincia sería beneficiaria de ello y aportaría capacidades para la
reindustrialización y el transporte de mercancías (sobre todo) y de personas.
Nuestro
Gobierno regional (autonómico) debe batallar en esta dirección sin descanso. Un
día sí y otro también. Llevando nuestras
justas reivindicaciones a Madrid con fuerza, sea quien sea el que ocupe el
poder. Aquí nos lo jugamos todo.
La sociedad
turolense, capital y provincia, debe concienciarse y trabajar en este eje de
desarrollo y progreso de forma continua y decidida. Ya está todo debatido, no
tenemos duda alguna del camino a seguir. Queremos un ferrocarril digno y eficaz
para que nuestro futuro y el de nuestros hijos tengan un mínimo de garantía.
Cuando se
hizo el AVE Madrid Barcelona se comunicaron todas las capitales catalanas… qué decir de Aragón... Si nos han burlado es por no tener una voz firme y decidida
sobre el asunto. ¡Que no nos vuelva a suceder! Juntos por el tren… ¡como una
piña!
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