Para
hacer esta muralla,
tráiganme
todas las manos:
los
negros, sus manos negras,
los
blancos, sus blancas manos.
Nicolás Guillén
Nicolás Guillén
*
LA
EDAD MODERNA EN ESPAÑA
Es un periodo
trascendental en la historia de España y de la Humanidad. No en vano España, ya
unificada, se convierte en la primera potencia mundial. Todo empieza en el año
1492 con cuatro acontecimientos de extraordinaria relevancia, se trata del
descubrimiento de América, de la expulsión de los judíos, de la conquista de
Granada y de la presentación de la gramática de Lebrija. Pero este periodo de la
historia se caracteriza por tener como forma de gobierno la monarquía absoluta.
Y en efecto, nosotros, tenemos también el mejor modelo. Fernando el Católico es
prototipo de “príncipe” del renacimiento. Un rey al que no le temblará el pulso
con los nobles altaneros que defienden, todavía, derechos feudales. El rey
aragonés, es un gran estratega militar y un estadista sin parangón. A su política
exterior y matrimonial se debe la creación en la figura de Carlos I del Imperio
Español. Luego vendrá el viaje hasta Asia atravesando todo el Océano Pacífico
(el lago español), la primera vuelta al Mundo y la creación de las rutas
comerciales junto a Portugal.
En el año
1715 destinan a Joaquín Royo, natural de Hinojosa de Jarque, a Fogán (China)
para predicar la palabra de Dios. Luego pasará por Chu-chen, Kiang-Si, Chekiang
y Fokién (vicario). “Aprendió a la perfección el chino” y compuso un catecismo
en esa lengua y varios libros dedicados ala cristianización de los nativos.
Época de
luces y sombras, pero sobre todo de grandes luces que abren a la población
europea nuevas fronteras. Fronteras que serán ya definitivas hasta el inicio de
la conquista espacial. Durante este periodo se gesta otro cambio importante que
dará lugar a la venida de la Edad Contemporánea, se trata de la creación de una
potente burguesía de raíz colonial. Particularmente, durante el siglo XVIII, la
burguesía de los países europeos se enrique enormemente con el trafico de
materias primas procedente de todas las partes del planeta. Estos nuevos ricos,
ansían el poder político y con la Revolución Francesa se pone fina la hegemonía
de los reyes absolutos. En España tenemos que esperar a que lleguen las ideas
de la Ilustración francesa con la Guerra de la Independencia, a la muerte del último
rey absoluto, Fernando VII; pero será finalmente la Constitución de 1812 la que
nos otorgue el privilegio de ser la primera nación moderna del planeta.
Inglaterra se
convierte gracias a su imperio naciente en el primer conglomerado de empresas a
nivel mundial. Hasta esta metrópoli llegan infinidad de materias primas que
manufacturan y vuelven a exportar, deduciendo de ello un importante valor
añadido. Y será precisamente aquí, en el Londres del año 1864, cuando se
celebre la Primera Internacional Obrera (AIT). Es significativa la fecha porque
será esta nueva fuerza emergente, EL PROLETARIADO, la que pase a dominar el
poder político en todo el planeta. En el siglo XX, tres cuartas partes de las
naciones del planeta alcanzan el poder bajo las distintas sensiblidilades del la ideología socialista. Ahora, al menos en los países desarrollados y demócratas, el control del poder lo tienen las clases medias en el centro político.
Las sombras más
importantes de la Edad Moderna las arrojan el tráfico y la explotación de los
esclavos africanos. Una página de la historia negra, en la que como siempre, no
hubo país europeo que no participara de sus beneficios.
LA
ESCLAVITUD EN AMÉRICA
*
Para dároslo
a conocer me he subido yo aquí, que yo soy la voz de Cristo en el desierto de
esta isla, y por tanto me conviene que con atención, no cualquiera, sino con
todo vuestro corazón y con todos vuestros sentidos, la oigáis; la cual voz será
la más nueva que nunca oísteis, la más áspera y dura y más espantable y
peligrosa que jamás pensasteis oír [...] Todos estáis en pecado mortal y en él
vivís y morís, por la crueldad y tiranía que usáis con estas inocentes gentes.
Decid, ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible
servidumbre a estos indios? ¿Con qué autoridad habéis hecho tan detestables
guerras a estas gentes, que estaban en sus tierras mansas y pacíficas, donde
tan infinitas de ellas, con muertes y estragos nunca oídos habéis consumido?
¿Cómo los tenéis tan oprimidos y fatigados, sin darles de comer y curarlos en
sus enfermedades, que de los excesivos trabajos que les dais incurren y se os
mueren, y por mejor decir los matáis, por sacar y adquirir oro cada día? ¿Y qué
cuidado tenéis de quien los doctrine, y conozcan a su Dios y criador, y sean
bautizados, oigan misa y guarden las fiestas y los domingos? ¿Estos, no son
hombres? ¿No tienen ánimas racionales? ¿No sois obligados a amarlos como a
vosotros mismos? ¿Esto no entendéis, esto no sentís? ¿Cómo estáis en esta
profundidad, de sueño tan letárgico, dormidos? Tened por cierto que, en el
estado en que estáis, no os podéis más salvar, que los moros y turcos que
carecen y no quieren la fe de Jesucristo.
*
Parece claro
que el descubrimiento de América viene inducido y potenciado desde el papado.
El Imperio Otomano empuja con fuerza y las dos capitales de la cristiandad,
Jerusalén (espiritual) y Roma (administrativa), están cada día más
comprometidas. En 1517 Jerusalén fue conquistada por los turcos otomanos. Surge
así la necesidad de expandirse hacia el oeste, siempre hacia poniente. Dado el
desconocimiento que se tenía de las dimensiones de la tierra, se piensa llegar
por el oeste rápidamente hasta la India. De ahí el nombre dado a los pobladores
de Hispanoamérica: indios. Esta tendencia ya se ve claramente cuando el Papa
concede a los reyes de España, tras la conquista de Granada, el apelativo de
CATÓLICOS (Reyes Católicos).
Cristóbal Colón
trae a la península el padrinazgo del Papa de Roma. Es un Picolomini (Pi-colom-ini) que tiene
problemas con el rey Católico. Por esta razón la empresa la tiene que llevar a
cabo, o bien Portugal, o bien Castilla. Finalmente es Castilla. El primer viaje
de Colón es un fracaso absoluto para el rey Fernando (es él quien lleva el peso
de los asuntos internacionales y el verdadero creador del Imperio español).
Llegan a la península con el almirante unos indios que pertenecen a pueblos
primitivos, sin estructura organizativa, sin ejército y, además no trae, el
descubridor, ninguna perspectiva de que haya allí oro ni plata. Tendrá que
avanzar el descubrimiento y la conquista de las nuevas tierras para tener
alguna idea clara de la situación. Vasco Núñez de Balboa descubre el Pacífico y
se delimita un nuevo continente.
En los
inicios del siglo XVI el Padre de la Casas que ha viajado a las nuevas tierras
y también a Roma, tiene claro en sus discursos lo que pretende. Es decir, que
trasmite el mensaje papal: extender la cristiandad hacia el oeste, hacia
poniente. Hace en sus sermones, aparte de las exageraciones preceptivas ligadas
a la oratoria propia de la época, dos advertencias. Los indios de América tienen
alma y por tanto son hijos de Dios. Tal certeza obliga a no poder ser
esclavizados. La segunda advertencia viene al final del párrafo: el peligro de
los moros y turcos es letal. Es decir, se sigue en la misma línea con que se
plantea el descubrimiento, siempre hacia el oeste y solo hacia poniente está la
salvación de la cristiandad.
La posición
política, en este caso coincidente de Roma y del Padre de las Casas, tiene una
consecuencia fatal para un grupo de humanos que ya padecía la esclavitud: los
negros.
Si los indios
americanos se salvan, no les sucede lo mismo a los negros de África que padecen
dos males. Primero ya era costumbre tener esclavos negros y por tanto seguir en
esa línea no plantea ninguna objeción ética o moral. En segundo lugar, como
todo el mundo sabía, los negros no tenían alma. De aquí en adelante se inicia
un fructífero, económicamente hablando, mercado de esclavos a manos de compañías
de todo el mundo “civilizado”. África es esa gran e inagotable finca de la que
se sacan, hasta hoy día, todo tipo de recursos sin tasa. Afirmamos que, hasta
hoy en día, la dignidad de la mayoría de los habitantes de ese continente, está
en entredicho. Resulta paradójico, esto, siendo África el origen del Homo Sapiens.
Cómo debemos
juzgar al padre de la Casas, hoy día. Como protector de los indígenas americanos
o, por el contrario, como causante de una masacre y luego descarnada tragedia
que cayó sobre la cabeza y las espaldas de los nativos africanos.
El que toma
una decisión política, desde luego, corre el riesgo de equivocarse. Por ello la
lección que nos da la historia es siempre, de enseñanza, de reflexión y de análisis
de lo sucedido para rectificar. Estamos, pues, en el momento actual en nuestro
planeta con descaradas formas de esclavitud: explotación, trata de blancas,
trafico de órganos, niños trabajando… como para que nos pongamos tan serios con
el Padre de las Casas.
Actualmente,
más que poner el dedo en lo que sucedió en el siglo XVI, deberíamos tratar de
hacer nuestro planeta más humano, más habitable. Ahora sí tenemos la certeza de
que todo hombre sobre el planeta nace libre y debe ser protegido en sus
derechos básicos. Derechos del hombre, derechos del niño… Conviene mirar al
pasado, recuperarlo, pero sobre todo tenemos que construir un futuro digno para
todos. Erradicar toda forma de explotación
y de esclavitud en pleno siglo XXI, es nuestro compromiso, debe ser nuestro
compromiso, si queremos llamarnos civilizados.
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Manos blancas sí ofenden.
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