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sábado, 16 de noviembre de 2024

Noviembre2024/Miscelánea. ¿DE DÓNDE VIENE LA EXPRESIÓN... "SE JODIÓ MANCHONES"?

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Entre las numerosas crónicas que hay escritas sobre Manchones y, en particular, sobre esta expresión tan común y corriente (…¡se jodió Manchones!) que todavía se usa a menudo en el valle del Jiloca y comarcas colindantes. Hemos elegido la que abajo publicamos por parecernos más ajustada a la realidad y al tiempo histórico en que se produjo el dicho.
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SE JODIÓ MANCHONES”

Cuentan los más viejos del lugar y la historia o leyenda está recogida en las actuales crónicas de “Xiloca” que, Catalina Gallego, famosa bruja de la localidad de Manchones, a finales del siglo XVI tenía atemorizado a todo el vecindario, pues creían que podían hacerles mal de ojo y traerles las desgracias. Catalina supo aprovechar la desconfianza que provocaba en la localidad para conseguir muchos favores: no pagaba en el horno, le quitaba el aceite al tendero, dejaba de pagar las cuotas de la cofradía, etc. Nadie le reclamaba por temor a la venganza. Algunos vecinos, incluso, llegaron a trabajar sus tierras sin cobrar nada a cambio. Pensaban que Catalina provocaba la muerte de los niños recién nacidos y de los animales domésticos. Cualquier desgracia era achacada al diablo y, a su representante en la localidad, la bruja Catalina Gallego, y ésta, consciente del terror que levantaba, se aprovechó económicamente de sus vecinos. Hartos los vecinos de este hermoso lugar, de los excesos de la bruja Catalina, escribieron al Papa de Roma implorando la manera de verse libres de esta pesadilla. En respuesta a su demanda, el Papa les mandó un santo varón, un hombre en olor de santidad pero de gran mansedumbre y poca o nula picardía. Conscientes estaban en Roma de que, ellas, las brujas en general y Catalina en particular, les temen a los verdaderos cristianos que viven en santidad, ya que estos están llenos del Espíritu Santo, y de que, si ellas quieren hacerles daño, todo se les vuelca, y si él cristiano se enfrenta a ella cara a cara, en el nombre de Jesús, la derriba.

Así pues, llegado el día, el pueblo esperaba la llegada del santo que les libraría de tan pesada carga. Pero, la bruja, conocedora de las circunstancias y del final de su reinado en caso de triunfar el hombre que venía en nombre de Dios habló con el demonio y le pidió que le librara del enfrentamiento directo con del hombre santo. Y, en efecto, cuando el santo fue a pasar el río Jiloca, el diablo provocó la crecida del mismo llevándoselo por delante. Los vecinos expectantes al ver lo sucedido exclamaron: Se perdió el fraile... ¡se jodió Manchones!

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