El Cerro de los Alcaldes, en San Julián, no era otra cosa que una era para trillar la mies (trigo, centeno, cebada y avena). Ya hemos visto en otro capítulo de este blog como, antiguamente, San Julián era un área de expansión del Rabal. Un buen número de actividades agrícolas, artesanales o preindustriales, se realizaban en estos barrancos que se unían a la Rambla de San Julián hasta llegar al Turia. Explicar, ahora, a un joven, lo que era la era y la trilla, es harto complicado. Hasta hace poco se reproducía esta labor en una actividad cultural de hacía la asociación cultural de Formiche Alto. Hay museos etnográficos en los que se explicita. Sin embargo, nada como vivirla.
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Una imagen vale más que mil palabras. Aquí, la trilla en Sarrión. El verdadero problema que planteaba la trilla era el "ablentar" la mies, no todas las eras eran buenas, ni en todas entraba bien el aire.
*Aquí unos trillos, en este caso para trillar las judías, junto a otros utensilios agrícolas.
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