El relato político tiene la función de crear historias para ganar votos. El problema viene cuando este relato se eleva a nivel académico y se elaboran relatos seudocientíficos para cambiar la historia. El primer paso es crear confusión en la mass media mediante una lluvia fina y constante de datos parciales y sesgados. Después será más fácil presentar al perdedor real como vencedor moral y, finalmente, adelantar una victoria que se consuma con el paso del tiempo como inevitable. La forma práctica de presentar esta victoria está en la simulación de que la guerra no ha terminado mientras se mantenga viva en el debate. A ello contribuyen, las revistas, los reportajes, los encuentros, los centros de interpretación, etc.
Esta arquitectura que señalamos arriba es la que se está haciendo aquí con el tema de La Batalla de Teruel. No cuenta tanto el estudio como el proceso que nos llevará a la "victoria" total.
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