LOS IMPUESTOS
(Tan antiguos como el hombre)
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Los árabes dominan la península ibérica
entre los años 711 y 1320, es decir 320 años. Durante ese tiempo, aunque no
ocuparon todo el territorio ibérico sí que lo tenían sometido a impuestos. La
almofallas eran huestes que subían desde Córdoba hasta la proximidad de los
obispados a recoger los impuestos que recaudaban para ellos la Iglesia
católica.
Luego, a partir del año 1031 los
cristianos cobraban a la taifas un impuesto que les garantizara su seguridad
llamado “parias”. A su vez los cristianos pagaban a su rey, también a través de
sus obispo los llamados Diezmos y Primicias.
De esta forma se organizó la cuestión
económica en la zona cristiana. El pueblo pagaba Diezmos y Primicias a la
Iglesia con la finalidad de ayudar al rey en su lucha contra el infiel, Por
otro lado los nobles estaba exentos de pagar impuestos a cabio de contribuir
con tropas en las guerras. Solamente hay un caso excepcional en la nobleza que es el caso de Bernabé de Báguena que se
explicita en el poema de Gracia Dei, en que las mujeres (y no solamente el
primogénito, se les exime de pagar impuestos).
Independiente de otras cargas y
tributos como sucede en Aragón, Cataluña y Valencia con el Impuesto sobre el General
originado por la Guerra de los Dos Pedros. El de los Diezmos y primicias era el
más general y lucrativo.
Terminada la Reconquista debió de
hacerse una revisión del asunto que no se hizo. Los Diezmos y Primicias siguieron
pagándose hasta el año 1833 al menos. En los pueblos todavía se conoce la CASA
DE LA DIEZMA.
Bueno pues, a lo que vamos, es que si estos primeros membrillos que da mi membrillera hubiera sido en otro tiempo, hubieran sido para el clero. Bueno, no esta mal, pues me ha dado cuarenta hermosos membrillos (40) con los que el cura se hubiera hecho un buen pedazo de carnemembrillo (postre favorito del Papa Luna).
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