La puesta en valor de esta parte de la ciudad lleva consigo los consiguientes trabajos arqueológicos, la restauración de determinados elementos patrimoniales y la definición del espacio final. En todo ello se está trabajando y el resultado final aún tardaremos en verlo.
Es este un espacio, (definido entre el Portal de la Traición y el Torreón del Cubo, la ronda de Dámaso Torán (el Ejido) y la plaza Lombardera), que ofrece cierta dificultad en su diseño. Esperemos que al final se acierte.
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