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Ya ha llegado la crisis del vino a Cariñena. No obsta que a otros lugares haya llegado, también. Es una crisis ganada a pulso. Este año a la mala cosecha se ha añadido el que muchos agricultores hayan desistido de recoger la cosecha por no ser viable económicamente. Los males son: mala gestión de las cooperativas, superproducción, vinos de pasto, mala comercialización y, para remate, la pandemia del COVID. Aquí bajo dejo lo que escribí hace algún tiempo. Lo malo es que ni de los errores se aprende.
Pinchad aquí:
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