La nuez hay que tenderla primero en el solanar para que se seque
bien. La nuez no se conserva de una año para otro porque se "rancea".
Sin embargo, la almendra perdura varios años.
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OTOÑO /AGUERRO
“Pa
San Antón de chinero, a mitá palla, a mitá granero y o puerco entero.”
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El refrán popular lo señala. En otoño
hay que hacer provisión de alimentos no perecederos para que no falten, ni en
el invierno, ni en la primavera; pues, dice otro refrán popular: “cuando la aliaga florece, el hambre crece”.
Cada vez resulta más complicado explicar el sentido de este tipo de refranes ya
que, la “globalización”, hace que tengamos a nuestra disposición, todo tipo de
productos durante todos los meses del año. Sin embargo, no siempre las cosas
fueros así y durante milenios, en las zonas templadas del planeta, el hombre,
como hoy la ardilla, tenía que aprovisionarse para el largo invierno. La
almendra, la avellana o, la nuez, son frutos comestibles que se conservan perfectamente
sin necesidad de ningún artificio tecnológico. Tener y guardar en casa estos
productos energéticos y saludables es bueno y pueden sacarnos de algún apuro. Este
otoño hemos recogido almendras (ver Miscelánea) y hoy hemos ido a Tortajada en
pos de la nuez. Además de esto, tenemos plantados avellaneros, pistacheros y
algún membrillero. Si el invierno
viniera “crudo”, sería el momento de buscar en la “despensa” del graneo (como las ardillas) las
reservas energéticas guardadas ahora.
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La nuez de secano, este año, es menuda.
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