Sin prisas, pasamos Fuente Carrasco y nos metimos de lleno en el pinar. Los jabalíes habían dejado su rastro y, también, la "multitud" de buscadores que habían pasado. Encontramos pocos, pero suficientes para una "cata" con buen vino. Una entretenida mañana con almuerzo en Fuente Cerrada y tiempo espléndido.
*
*
*
*
*
*
***
**
*
**
*