CAPUCHINOS Y GITANOS
(DOS CUESTAS PENDIENTES )
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Cada población tiene sus
peculiaridades y, la de Teruel, es la de estar edificada en una “muela” en el
camino que conducía de Zaragoza a Valencia. Se llegaba de Valencia por
Villaspesa y se subía a la villa por la calle de San Lázaro, carreta de san
Julián, hasta llegar a la explanada del
Óvalo. Ya en el Óvalo, se accedía al recinto amurallado por la puerta de
Guadalaviar, se cruzaba el eje de la ciudad (c/ Salvador, plaza del Torico y
Tozal), para salir en dirección a
Zaragoza por la puerta llamada de Zaragoza.
Con el tiempo la ciudad ha crecido y
necesita nuevos accesos para subir a la muela, a las muelas. Este asunto lo han
tenido muy descuidado los sucesivos ayuntamientos de la capital. Tenemos
problemas de accesos: al nuevo hospital, a la autovía por la carreta de Alcañiz,
en Capuchinos, en la Cuesta de los Gitanos, a San León, Cofiero, etc., etc.
El tema de las comunicaciones no
es de menor calado, y se debe facilitar el acceso y la salida a la ciudad con
aparcamientos en la base, es decir, en el área de la estación de tren (ya colmatados).
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