La primavera ya está aquí. Los bares y restaurantes toman las aceras e inician una temporada que no terminará hasta bien entrado el otoño. Las tiendas de flores sacan su género al buen sol de la mañana. Pero, cuidado con las prisas, todavía vendrán días revueltos. La ropa, de "entretiempo".
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El viajero que venía de Valencia llegaba a Teruel por este punto y descansaba en la explanada del Óvalo donde siempre hubo fonda u hotel. Esta parte de la ciudad siempre estuvo bien defendida por la muralla y, también, por la barbacana o antepecho que vemos en primer plano. Se ve desde aquí: el Instituto, la Escalinata, la DGA, el Seminario, San Martín, el hotel Cristina, casa Torán y el Salvador.
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Cuesta lo mismo hacer las cosas bien que mal. El desorden y el caos reina en buena parte de la ciudad en lo tocante a farolas, señales, plazas de calles, cables y además, la canalización del gas.
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Crece día a día el Conservatorio de Música que se está levantando en el viejo solar del Asilo de San José. Nada más inaugurarse, lo primero que se pedirá será un ASCENSOR. ¡Al tiempo!
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