EL MILAGRO DE BRUIS
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El cruzado Guillermo llega procedente
de la isla de Rodas, tras ser salvado de un naufragio seguro por intercesión
de la Virgen del Mar, al puerto fluvial de Ligüerre de Cinca. Desde este punto remonta el curso del río Cinca, para luego, tomando el del Ara llegar a Jánovas. El cruzado, junto a sus marineros, pretenden salvar a sus habitantes de la inundación ocasionada por la
construcción del pantano, pero, al no realizarse la obra por falta de
presupuesto, ponen proa de nuevo a Ligüerre donde piensa casarse.
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Al llegar al Entremón se percata de
que, río abajo, han construido un pantano (El Grado) y las aguas se están elevando.
El pantano, aparentemente tranquilo, tiene terribles corrientes subterráneas
que mueven al barco y lo ponen en peligro de zozobrar. Entonces, al verse en
una situación tan desesperada, pide ayuda a la Virgen de Torreciudad. Los marineros
que le acompañan le dicen que no, que mejor a la Virgen del Mar, más experta en
estos asuntos y que, por otra parte, ya les salvó en la tempestad que se
produjo junto a la isla de Rodas.
La discusión sube de tono. ¡Qué es
más milagrosa la de Torreciudad!, dicen unos. Otros señalan, por el contrario,
que no… ¡qué la más milagrosa es la Virgen del Mar! Finalmente el barco, como
bien recoge la Ronda de Boltaña en su epopeya sobre el Pirineo, vino a
naufragar en este maldito pantano. El novio se salvó por la intercesión, in
extremis, de la Virgen de Bruis y, finalmente, hubo boda en su ermita.
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En primer término la Nao "Virgen del Mar" en el muelle de Ligüerre de Cinca cargando vino del Somontano.
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Quien me iba a decir a mí
que soñaba con el mar,
que la Armada Aragonesa, ayayay
en Ligüerre iba a atracar.
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