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lunes, 19 de octubre de 2015

Octubre2015/Miscelánea. DEBATES PREELECTORALES (I) LA CONSTITUCIÓN DE TODOS LOS ESPAÑOLES

EL PRIMER DEBATE ELECTORAL
Por Chusé maría Cebrián Muñoz
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Llegan las elecciones generales a toda España, son las de verdad, las que realmente determinan nuestro futuro como nación en todos sus aspectos. La composición de partidos que conforme el nuevo parlamento nos dará una forma de legislar y, también, una forma de gobernar. Para empezar ya se anuncian los debates “gordos”. El primero de todos y sustancial es la reforma de nuestra actual Constitución. Por lo que se aventura, será o puede ser una reforma en profundidad ya que, anteriormente, ha habido otras de menos trascendencia y publicidad. Ahora se quiere atacar su reforma, poniendo sobre el tapete,  la estructura misma del Estado. Si, monarquía o república por una parte, si Estado de las autonomías (federal) o, por el contrario, Estado confederal (País Vasco y Navarra). También los hay partidarios de no tocarla y si reformarla mediante leyes orgánicas. La reforma en profundidad de nuestra Constitución debería ir seguida de un referéndum, no preceptivo pero sí deseable y lógico. Si cambiásemos de monarquía a república, nada más lógico y natural que toda la población española se pronunciara. Pero andaremos y veremos…
Para empezar, cabe recordar la historia de nuestras constituciones, desde la de Cádiz en 1812 (la Pepa) hasta la actual. A grandes rasgos, la historia de esta forma relegislar y gobernar mediante leyes consensuadas entre todos los grupos, representando a la nación, ha sido problemática. Durante el siglo XIX ni Fernando VII (monarquía absoluta) ni el carlismo las respetaron (tres guerras carlistas). Durante el siglo XX, dos periodos también excepcionales: La Guerra Civil (36-39) y el franquismo por una parte y la ETA, por la otra, con un jaque al Estado en forma de terrorismo que se saldo de cerca de mil muertos y una cadena de despropósitos tremenda.
Por todo ello, lo primero que se demanda a la hora de abrir en canal nuestro texto actual, fruto del consenso de la transición, es eso precisamente un NUEVO CONSENSO. Esto es trascendental, una nueva Constitución no debe ser de parte, de ninguna manera, debe ser consensuada con todos los grupos políticos del arco parlamentario si no, al día siguiente, tendríamos la desobediencia civil en las puertas del Parlamento español. El consenso lleva consigo un referéndum votado por todos los territorios del Estado español. De tal forma que nadie pueda decir del nuevo texto que no es suyo, que no lo acepta, que se le ha impuesto. Todos pensamos inmediatamente en catalanes, navarros, vascos y, seguro, que se suman ya muchos gallegos. Por lo tanto una reforma en profundidad exige: máxima unidad en el texto y máxima unidad y amplitud en el voto territorial. Como el lector comprenderá, a estas alturas, largo me lo fiáis.
Pero no es de menos importancia el tema del modelo de Estado. Paradójicamente, lo más fácil, y que menos trastornos produce es el hecho cambiar de monarquía a república. Al ser esta institución representativa, lo que va de cambiar un rey, por un presidente, no es nada. Por ello, cambiar la figura del jefe del Estado, es algo que no preocupa a los españoles. Sí, por el contrario, la monarquía española, debido a su dilatada historia y a sus contactos, particularmente con el mundo árabe y con las monarquías europeas ha dado buenos servicio y rentabilidad económica a España (Ave la Meca Medina).
Pero, ciertamente, tiene muchísima dificultad de consenso, el reformar la estructura del Estado español a estas alturas del siglo XXI. Tres modelos conviven: centralista, federal y confederal.
El modelo centralista está representado en los municipios (con su término municipal, constituyen un miniestado que en algunos casos pueden paralizar obras de interés Estatal con el famoso, permiso de obras que otroga el Ayuntameinto) y provincias que nacieron con la Constitución de Cádiz y cuyo modelo se plasmó definitivamente con el decreto de Javier de Burgos. En Aragón, única región española en que se ha desarrollado la ley de las Comarcas deforma avanzada, tenemos un ejemplo claro de por donde hay que ir y del camino a tomar. Si tomamos el libro de Ubieto: Los pueblos y despoblados de Aragón. Veremos en él, claramente, que tienen, ahora, los mismos habitantes que en los siglos XVII y XVIII, pero con un problema añadido: hace más de 30 años que no nace ningún niño en nuestros pueblos. La provincia de Teruel y sus habitantes, que se niegan en rotundidad a agruparse en entidades mayores, acabarán de hecho, conformando a través de las comarcas y en lo tocante a su administración, en 10 pueblos (las 10 cabeceras de comarca). Es que no hay más, lo mires por donde los mires (Almohaja, tiene constituido  Ayuntamiento y en invierno no vive nadie y así un montón de pueblos). La Diputación provincial puede pasar a ser un cuarto, con un abandera, un presidente y punto.
El modelo federal español está plasmado en nuestra Constitución en forma de Autonomías. Se salen de este principio las Comunidades Forales de Navarra y País Vasco. En principio, el asunto sería de fácil resolución si el Estado español fuera un Estado fuerte como el francés. Suprimiendo el cupo Vasco y el Navarro, asunto resuelto. Sin embargo, los catalanes quieren ser confederales (ergo insolidarios), tener su propia hacienda y “liquidar” con el Estado su cuota de solidaridad. Liquidación, que a tenor de las cuentas que se hacen ahora, seguro, que además nos tocaba pagarles nosotros y ser, paradójicamente solidarios, nosotros con ellos. Recordar que los catalanes son los ciudadanos españoles de mayor renta per cápita. Pero este tampoco es un modelo acabado. Tras confederarse Cataluña, querría hacerlo Galicia que ya tiene partidos independentistas y también, por qué no, Andalucía. Aquí no le faltan ni le fallan, historia y heraldos, a nadie.
Es verdad que el cupo navarro y vasco, supone una afrenta a un principio esencial de nuestra Constitución: LA IGUALDAD ENTRE TODOS LOS ESPAÑOLES. Sin embargo, así se aceptó en el consenso de nuestra actual constitución, lo mismo que la forma de Estado, encarnada en una monarquía parlamentaria representativa y hereditaria, que no es votada por los ciudadanos.
El proponer un Estado Confederal con tres Estados asociados (País Vasco asimilando a Navarra, Cataluña y España) supone una grave desigualdad entre todos los españoles y aumentar la crispación. Todas las autonomías querrían, como no podría ser de otra forma, tener la “singularidad” catalana. Este experimento ya se adelantó cuando se propusieron las autonomías de primera y de segunda y se acabó, finalmente, con el ya consabido: CAFÉ PARA TODOS.
La singularidad catalana nace del hecho de haber sido una región privilegiada y mimada por el Estado, particularmente el franquista. A los catalanes, luchar en pie de igualdad con el resto de los españoles, les molesta sobremanera y tienen un concepto (presumen de seny/sensatez/cordura) de sí mismo superior a los demás. No hay más que verlos cuando salen de su territorio y ven que las demás autonomías tiene, también… autovía. Les parece insufrible.
Por todo ello decíamos en el siguiente texto que: ESPAÑA ES UN ESTADO INVERTEBRADO
… que premia a los malos y castiga a los buenos.
¿Quién es Dios?- Dios es nuestro Padre, que está en los cielos; Creador y Señor de todas las cosas, que premia a los buenos y castiga a los malos. Así reza el catecismo y así nos lo enseñaron de pequeños. Con estas enseñanzas cristianas nos crearon una moral tendente a hacer el bien y por lo tanto a ser premiados. De igual forma los pueblos y las naciones de cultura Judeo-Cristiana encaminan o deben encaminar sus políticas a promocionar el bien común y a castigar el egoísmo. Parece, sin embargo, que la realidad contradice este principio y se empeña tozudamente en desacreditarlo y dejarlo sin efecto. Así ha sucedido con Teruel y su provincia  a lo largo, al menos, del pasado siglo XX. En Teruel se inaugura el ferrocarril en el año 1901 y se pone en funcionamiento en los siguientes años, siendo de esta forma, la última capital de provincia en llegar este moderno medio de transporte. Estamos a principios del siglo XXI y los datos “reales” nos indican que Teruel puede ser la primera capital de provincia de España en perder el ferrocarril. El abandono de la vía es patente y el desvío de los transportes de personas y mercancías por otras líneas hace que el deterioro de la nuestra sea cada día mayor. Ejemplo de esto que decimos es el hecho de que, para viajar en tren de Bilbao a Alicante, haya que pasar por Cataluña (no es broma). Pero el hecho más trágico acaecido en Teruel capital durante el siglo XX fue sin duda “La Batalla de Teruel”. El Gobierno republicano (ya marxista) eligió esta pequeña y desguarnecida capital de provincia para iniciar una contraofensiva que sirviera de maniobra dilatoria para evitar el fin de la guerra y conectarla con la Segunda Guerra Mundial. 110.000 republicanos atacaron a una ciudad defendida por apenas 4.000 soldados franquistas. Resultado de la operación fue el saqueo de la ciudad y la destrucción de, al menos, el 75% de los edificios. La Batalla de Teruel cambió la fisonomía del casco antiguo de nuestra ciudad y muchos edificios desaparecieron definitivamente.  Lo que pasó en Teruel no tiene parangón ni con Guernica, ni con Belchite, ni con el Alcázar de Toledo, ni con ninguna otra población de España. Hoy, 19 de septiembre de 2013 es noticia en Teruel la explosión de una bomba (calle Miguel Ibáñez) abandonada tras La Batalla de Teruel en un trastero con el resultado de amputación de miembros y heridas graves. A punto de terminar la Guerra Civil (36-39) los vascos y catalanes corrieron a rendirse y a salvar su industria. La burguesía catalana (en este caso que nos ocupa) salvó la vida y la hacienda. Tal es así que rápidamente recompusieron filas e iniciaron un periodo de colaboración con Franco que les dio muy buenos resultados. Para que nos demos una idea del asunto, al año siguiente de terminar la guerra esto es, en el año 1940, ya estaban desmontando las pinturas del Real Monasterio de Santa María Reina en Sijena (Huesca) y llevándoselo a Cataluña. Mientras, en Teruel, apenas salían de su asombro mientras volvían poco apoco los evacuados a una ciudad fantasma que era todo escombro. Luego, mientras Teruel languideció durante todo el franquismo, Barcelona se llenó de industrias, de gentes que emigraron hasta allí en busca de un mejor futuro. A Cataluña se llevaron las buenas comunicaciones ferroviarias, las autovías, las fábricas, la gente, los cordericos, el carbón (sigue el problema de las Cuencas Mineras), el agua, la energía… y la burguesía tornó a oír la música del Liceo y a veranear en Siches. Mientras que en Teruel todo era emigración (años 50-60-70) y más de 70.000 turolenses tuvieron que abandonar la provincia dejando estos páramos desiertos. Siguieron volviendo los viajantes catalanes a vendernos sus sábanas y sus textiles en general. Volvieron a “señalar” las obras de arte que ahora se vendían por pura necesidad de supervivencia. Se vendieron retablos, imágenes, útiles sagrados, muebles, cuadros, cerámica… de tal forma que la mejor colección de cerámica de Teruel está en Cataluña. Nos vendieron ellos, los famosos SEAT, “ese coche que nos cambió la vida”. Y Cataluña fue creciendo y creciendo y, particularmente la Ciudad Condal, aumentó su población de forma extraordinaria con gentes provenientes de todas las partes de España. Llegaban desde Galicia en el “Shangai” y otro tren recorría Andalucía, llevando a ciudades dormitorio catalanas miles y miles de trabajadores para enriquecer a una región privilegiada de España. Creyó esa burguesía que todo el mérito era suyo y sus manos las del rey Midas: todos los negocios emprendidos eran prósperos. Consideraron el momento  de soltar lastre y abandonar España. Tenían un montón de “tesoros” conseguidos en una España empobrecida y, particularmente, un Aragón desgajado y maltratado en demasía por la última contienda: todo el Aragón oriental desmantelado por las Comunas Anarcosindicalistas procedentes de Cataluña (El Consejo de Aragón, de Ascaso, no fue sino una broma de mal gusto). Tenían una industria próspera y una red de comunicaciones que les dan la llave para salir y entrar de España. Se les consiguió los Juegos Olímpicos. En este caso, José Antonio Samaranch, es ejemplo de esa burguesía colaboradora con el régimen franquista. A Samaranch, ahora no le quieren dar una calle en Barcelona (mal agradecidos). Ya en el siglo XIX había decidido, esta burguesía, de la mano de Próspero Bofarull modificar la historia de Cataluña para que fuera más acorde a la prosperidad económica que se prometía. La Constitución de 1978 y su falta de límites a la asunción de competencias ha terminado de dibujar el cuadro. Los alumnos terminan su instrucción convencidos de la existencia de un reino y reyes catalanes, de un Estado catalán y, en general, de una historia que gusta más que la real. Sin embargo, El Estado  de las Autonomías, les ha hecho competir en pie de igualdad con el resto de los españoles y ahí, ahí, es donde se ha producido la gran frustración de ellos.  Quieren un status especial y hablan de la falta de “encaje” de Cataluña en España. Pudiera ser que Teruel pidiera trato preferente dado que no tenemos ni industria, ni comunicaciones, ni… En Teruel nació el movimiento “Teruel Existe” visto el atraso económico y social que hemos señalado arriba, pero ni en Teruel, ni en Aragón planteamos el segregacionismo como método ni como fin: SOMOS UN TERRITORIO LEAL.
Pero… si somos un pueblo leal, si somos los “buenos”, ¿por qué el Estado nos castiga? Y más diré… ¿por qué premia a los malos? ¿Por qué se da todo lo que piden a los que amenazan con segregarse? Resultado de este proceso mal afrontado será, y ya está siendo noticia en la prensa, la aparición de la extrema derecha y la petición de independencia por parte de todas las Comunidades Autónomas. ¡Vamos, un disparate!
Nuevo catecismo:
¿Quién era Franco? Nuestro Padre que estaba en Madrid; Creador y Señor de todas las cosas que premiaba a los malos y castigaba a los buenos.
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