MONTEAGUDO
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Los apellidos que más han destacado en la historia de este pueblo han sido, Bonet, Cebrián, Tarín y Daudén. Claudio Francisco Bonet, a causa de una reyerta entre hermanos huyó de España y llegó a ser rey de Madagascar. Se podría presumir que este relato es una broma jocosa si no fuera porque en un banco del Reino Unido hubo, en el siglo XIX, una disputa legal por su herencia que alcanzaba la fabulosa cifra de 15.000.000 ( quince millones) de libras esterlinas. Por todo ello Bonet y Monteagudo apareció en los medios de comunicación internacionales. En los medios de comunicación aragoneses y nacionales (Diario de Teruel, Heraldo, El País) aparece en torno a los años 80 del siglo pasado otra figura discutida, es entonces el caso de Tomás Daudén. Joaquín Tarín es ejemplo, o mal ejemplo, de lo que fue un “cura trabucaire”, es decir de aquel que decide defender sus ideas, siendo religiosos (canónigo), por las armas.
Monteagudo que fue en la Edad Media cabeza de la Sesma de su nombre, fue refugio de los ganados de la villa de Teruel, cuando esta plaza fue atacada por Pedro I El Cruel en la famosa Guerra de los dos Pedros (siglo XIV). Dato que de nuevo nos revela la importancia de la ganadería lanar en todas estas sierras del Sistema Ibérico.
Después de muchos años, hemos vuelto a Monteagudo con curiosidad, preguntándonos si tras aquellas disputas reflejadas en el Diario de Teruel el pueblo habría sabido reaccionar. Efectivamente, así ha sido, Monteagudo es hoy un pueblo magnífico. Paseando por sus calles y por su iglesia de los Ángeles (renacentista) se puede observar un pueblo cuidado hasta el detalle, limpio y de un agradable bienestar. Es de admirar la lonja del Ayuntamiento y el Palacio de los Tarín (Hotel) que, aún siendo una rehabilitación, resulta bien integrada en el conjunto urbano. Quedan por apuntalar los restos del castillo, famoso, y la ermita de la Virgen del Pilar. Todo se hará si se sigue con la dinámica actual.
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FUE NOTICIA EN EL DIARIO EL PAÍS
La cesión de bienes no es válida sin escritura pública, según jueces de Aragón
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"El Tribunal Superior de Justicia de Aragón ha dictado una sentencia según la cual las propiedades (casas, vacas y tierras) donadas en su día por Tomás Daudén, vecino jubilado de Monteagudo del Castillo (Teruel), a una familia leonesa deben volver a su antiguo dueño. El alto tribunal, ante el que recurrió en casación el abogado de la familia, entiende que el documento de cesión -un simple papel firmado por dos testigos, el juez de paz y ambas partes- no es válido al no haber sido elevado a escritura pública.
Manuel Gómez Palmeiro, abogado de la familia de José Luis Gómez -esposa y cuatro hijos de corta edad- argumentó en su recurso que "el derecho foral aragonés reconoce la validez del pacto que establecen las partes por su propia voluntad sin mencionar en ninguna parte la exigencia de una escritura pública".Los afectados ya no podrán recurrir a otras instancias judiciales y la sentencia, suscrita por los cinco magistrados que Integran el Tribunal Superior de Aragón, deberá cumplirse.
Se cierra de esta manera el último capítulo de una polémica historia. Tomás Daudén anunció hace dos veranos, a través de los medios de comunicación, que donaría sus tierras, unas 30 vacas y varias casas a una familia que quisiera ir a vivir a su pueblo.
Venta de una vaca
Las desavenencias entre el jubilado y la familia de José Luis Gómez surgieron pronto por la venta de una vaca. Daudén se marchó del pueblo y se instaló en una pensión en Teruel mientras iniciaba los trámites judiciales para recuperar sus propiedades. El juzgado de instrucción número 1 de Teruel repartió, en una primera sentencia, las propiedades entre ambas partes: las tres casas y las tierras para Daudén, y las vacas y aperos de labranza para la familia leonesa. Esta decisión salomónica no contentó a ninguna de las partes, que recurrieron la sentencia ante la Audiencia Provincial de Teruel.
Este tribunal falló a favor de Tomás Daudén al no reconocer validez al documento de cesión, ya que la misma no se elevó a escritura pública.
Reconocía, no obstante, el derecho de la familia Gómez a recibir una indemnización por los perjuicios ocasionados. Contra esta sentencia recurrió la familia leonesa amparándose en las formulaciones del derecho foral aragonés.
En el intervalo de tiempo transcurrido entre todos los juicios se han llegado a producir agresiones físicas entre Tomás Daudén y José Luis Gómez."
Publicado el día, 23/12/90
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