Rematando la torre mudéjar de San Martín, construida sobre la calle de la Andaquilla, se puede divisar esta bonita veleta que tiene adosada un pararayos. Veleta y pararayos son elementos que se han incorporado, modernamente, a esta obra medieval.
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Dos ampulosas y arabescas farolas adornan la entrada del palacio Municipal. Sobre la construcción de este edificio y las reformas posteriores ya hemos hablado aquí, en otra ocasión.
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En este escudo de España (ahora tan cuestionada) se representan los cinco reinos históricos: Castilla, León, Aragón, Navarra y Granada. Por cierto, el último reino en incorporarse fue Navarra, precisamente de la mano de Fernando I el Católico, muerta ya, Isabel I de Castilla. La curiosidad de este escudo es que lleva solamente una flor de lis (lirio) símbolo de la monarquía reinante, en este caso los borbones.
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En la ermita de Santa Ana de Alfambra se encuentra, el que dicen ser, uno de los retratos novel de los Reyes Católicos. Estamos pendientes de ver ese conjunto pictórico. Fernando es el prototipo de príncipe del Renacimiento y verdadero creador del Imperio Español. Resulta curiosos que en la catedral de Huesca se construyera la capilla del "Tanto Monta", estando claro que Isabel nunca fue reina de Aragón. En la Corona de Aragón no había paridad entre Fernando e Isabel. Isabel tampoco fue reina de Navarra, pues como hemos dicho, este reino se incorpora a la Monarquía Hispana tras su muerte.
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EL PINTOR, VICENTE ARMIÑANA
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EL PINTOR, VICENTE ARMIÑANA
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Ilustración del libro: Leyendas de Albarracín
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Los turolenses tenemos el corazón partido entre Zaragoza y Valencia, las dos ciudades a las que con más asiduidad acudimos. De la misma manera Vicente Armiñana, que nace en Rafelguaraf (Valencia) tiene el corazón y los pinceles divididos entre Murcia y Albarracín. Debemos a este pintor-acuarelista valenciano el haber promocionado con su arte la ciudad de Albarracín.
Dice de él José Antonio Cobacho Gómez: "Si de su pintura se tuviera que hablar, diría que es mejor mirar que comentar; sus paisajes tanto murcianos como de Albarracín, tiene la luz y el color propios de la escuela mediterránea."
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Vicente Armiñana tiene/tenía casa en Albarracín, junto a la muralla.
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