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viernes, 26 de abril de 2019

Abril2019/Miscelánea. TEODORO BIEL RODRÍGUEZ NUNCA FALTA, LA NOCHE DEL 30 DE ABRIL, A CANTAR LOS MAYOS.


El cantador Teodoro Biel Rodríguez,
de Teruel
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Por José Hernández Benedicto
(Centro de Estudios del Jiloca)
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Nació en Castel de Cabra, en el mes de agosto de 1948 y, desde su primera infancia, reside en Villalba Baja; es decir, en la comarca capitalina de Teruel, donde rige con acierto un amplio montaje comercial y ganadero.
Canta la jota desde niño y, como buena parte de los cantadores y apasionados de nuestro singular folclore, aplica letras de su buena hechura a los acordes que conoce y que domina para salir con acierto y brillo en cualquiera de sus múltiples actuaciones.
Sobre las primeras ilusiones cuajadas en las más diversas actuaciones, brotó su inicial deseo de una primera grabación, en este caso compartida con joteros de Torrijo del Campo, alumbrando una casette, bien denominada y definida por su propio título: Teodoro Biel y los Julve. Jotas de mi tierra, así canta Teruel, animando después su producción con un original CD de doble carátula. En el anverso aparece su sonriente cara baturra con este texto: Teodoro Biel… y su rondalla. En el reverso, él y los cuerpos enteros de quienes han ejecutado la cuarentena de buenos acordes y magníficos cantares.
Por su tenacidad y valía ha ido conquistando estos trofeos:
Primer Premio Peña El Cachirulo de, Zaragoza.
Primer Premio Margen Izquierda de Zaragoza.
Primeros Premios en Belchite, Valencia, La Codoñera y Valdelinares.
Accesit en el II Certamen Oficial de Jota Aragonesa «Ciudad de Hospitalet».
Tercer Premio en el Concurso de Jota de Pastriz.
Pertenece como cantador a la Agrupación Artística «Amigos de la Jota» de Teruel, detalle que sin duda facilita nuestro frecuente encuentro para compartir la ronda, escuchar las evocaciones o rememorar las sucesivas emociones de nuestra Misa Baturra, cada vez que asistimos a celebraciones o periódicas concurrencias, llamados por la profundidad del paisaje y por la atadura del entrañable paisanaje.
Siendo amable en el saludo, y singularmente atento en la conversación, hay que catalogarlo en la ronda donde resurge la entrañable esencia de su casta baturra. A su grandeza de ánimo añade la excepcionalidad de una voz entrelazada por la fortaleza y por la hermosura. Dotado de una garganta excepcional llegamos con facilidad al convencimiento de que palpitan en su realidad personal aptitudes de muy alta consideración que le obligan a prepararse para comparecer, con muchas posibilidades de éxito, ante las exigencias de los periódicos concursos regionales.
Además de en Teruel, yo lo he escuchado en comprometida actuación Pilarica, llamado por la madrileña Casa de Aragón. Cumplió y fue muy justamente aplaudido, superando con normalidad cuanto de él se esperaba.
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