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viernes, 5 de abril de 2024

Abril2024/Miscelánea. EXTERIOR DE LA IGLESIA DE SAN VICENTE MÁRTIR EN RODA DE ISÁBENA (EXCATEDRAL) Y LA RUEDA DEL MOLINO ACEITERO.

En nuestro viaje al pirineo oriental catalán paramos a comer en Roda de Isábena. Tras levantar los manteles se planteó la cuestión del topónimo. ¿Por qué el topónimo Roda/Rueda para esta localidad? La otra cuestión era, y es, la gran repercusión mediática y social que tuvo el expolio de la excatedral por parte de Eric el Belga. Como suele decirse, no hay mal que por bien no venga. Y este mal supuso un aldabonazo para empezar a valorar el patrimonio aragonés, tan maltratado por los propios aragoneses a lo largo del tiempo. Aragón posee un rico patrimonio artístico en el que subyace un potente activo económico. Por el arte en sí mismo y por la economía (también) tienen que tratarlo con especial interés las autoridades y los propietarios de los edificios y de las obras de arte. Para resolver estas dos preguntas hemos recurrido a dos autoridades en la materia. El primer lugar nos hablará de la catedral el SIPA: Servicio de Información del Patrimonio Aragonés y, en segundo lugar, de la Rueda del molino aceitero de Roda, el Sr. Don. José Antonio Duce.

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SIPA

Descripción

La ex catedral de San Vicente y San Valero de Roda de Isábena es la catedral más antigua de Aragón. Conserva el esplendor del románico y del periodo en el que Roda de Isábena se convirtió en el centro religioso y político del condado de la Ribagorza. Se fundó en el siglo X, después de que Ramón II consiguiera que  Roda de Isábena fuera nombrada sede episcopal. Dada su importancia se declaró en el año 1924 Monumento Nacional.

La catedral se levanta sobre los restos de un castillo y fue consagrada el 1 de diciembre del año 956 con la advocación de San Vicente. Las obras de construcción de la catedral se prolongaron durante dos siglos, debido a que en 1006 los árabes destruyen parte de su estructura. Gracias al obispo San Ramón se termina su reconstrucción en el siglo XII en estilo románico lombardo. El siglo XVIII supone el declive de esta institución religiosa, perdiendo el rango de catedral por el de colegiata para no ser más que iglesia parroquial en la actualidad.

Se trata de un conjunto monumental, situado en la parte alta de la población, formado por la iglesia, tres criptas, una torre y un claustro trapezoidal, al que se añadieron posteriormente la hospedería y un pórtico. La fábrica original es de sillar mediano y presenta en el exterior de  los ábsides decoración de tradición lombarda como lesenas, arquillos ciegos y bandas de esquinillas.

La iglesia presenta planta basilical de tres naves que se dividen en tres tramos. La cabecera de tres ábsides está precedida por un presbiterio bajo el que se abren tres criptas. De igual forma se divide en tres naves la cripta alojada bajo el ábside central. Las cubiertas y soportes son parte de la reconstrucción del templo en el siglo XII. Así,  las naves laterales se cubren con bóvedas de arista, de cañón apuntado en el presbiterio y en la central se sustituyó posteriormente una techumbre de madera por bóveda de cuarto de esfera. Las naves de la iglesia se separan por pilares cruciformes y las de la cripta por columnas que sustentan pequeñas bóvedas de arista.

En su lado norte tiene adosado un claustro románico abierto mediante arquería de medio punto sobre columnas con capiteles historiados e inscripciones funerarias. A través del claustro se accedía a las dependencias de la enfermería, la sala capitular, el refectorio, el dormitorio y a la capilla de San Agustín.

El interior de la catedral y los bienes muebles que custodian son el gran atractivo de este edificio. En la cripta norte, bajo la sacristía, denominada Sala del Tesoro o Archivo, reposan los restos de San Valero en una arqueta esmaltada del siglo XVI. El Maestro de Navasa decoró en el siglo XIII los muros de este espacio con pinturas referentes a San Valero y Cristo tales como su bautismo por San Juan o San Miguel pesando almas. El ciclo pictórico se completa con un calendario menológico. La cripta central acoge el sarcófago de San Ramón, el ejemplo de escultura funeraria románica mejor conservado de Aragón. El sarcófago se apoya sobre cuatro tallas que representan a los Evangelistas junto a escenas de la infancia de Jesús y la figura de San Ramón.

En esta catedral descansan los restos de otros siete obispos y alberga importantes bienes muebles entre los que destacan un órgano del siglo XVII y el altar mayor, decorado con tallas realizadas por el escultor Gabriel Yoli. El claustro presenta grabados en los arcos y muros laterales que hacen referencia los personajes más influyentes de la Iglesia. En la capilla de San Agustín también se pueden admirar en sus muros pinturas románicas que representan a Cristo en Majestad rodeado por el Tetramorfos y a los santos Ambrosio y Agustín.

Hasta 1979 la catedral contó con un museo catedralicio que, expoliado ese año, sufrió grandes pérdidas como la silla de San Ramón robada por el ladrón llamado Eric el Belga y recuperada fragmentada más tarde. Así, relicarios, tablas, vírgenes, tapices, indumentaria hispanomusulmana y otras piezas se exponen hoy a lo largo de la catedral, a expensas de que se acondicione la antigua enfermería para alojar un nuevo museo.

Historia

Construcción original, Siglo X al Siglo XI

La catedral fue levantada sobre los restos de un castillo en el siglo X, en estilo románico. Se consagra en diciembre de 956, bajo la advocación de San Vicente. Los territorios donde se asienta Roda de Isábena pertenecían a la diócesis de Urgel a finales del siglo IX. Es en el siglo X Ramón II de Ribagorza solicita a Urgel el condado y su independencia religiosa. Entonces Roda de Isábena se convierte en nueva sede episcopal. Odesindo, hijo de los condes de la Ribagorza será nombrado obispo, al que sucederá  Aimerico.

Reconstrucción, Siglo XI al Siglo XII

Roda es ocupada por Abd el Malik hijo de Almanzor en el año 1006. La ocupación tiene como consecuencia la destrucción de los edificios cristianos más importantes y sobre todo su catedral. Entre 1017 y 1030 se inició la reconstrucción de la catedral y no se terminará hasta el siglo XIII. Fue realizada por constructores lombardos, sustituidos posteriormente por otros de origen navarro en tiempos de Sancho III el Mayor de Navarra. La nueva iglesia tenía tres naves y tres ábsides decorados exteriormente al estilo lombardo. En torno a 1010 se comienza a trabajar en el campanario. El aspecto actual de la catedral se debe a la terminación de las obras en el siglo XII durante el mandato del obispo San Ramón. La portada Sur se construye en el siglo XII.

Siglo XI (1030)

En 1030 se realiza la consagración del edificio que subsiste parcialmente en la actualidad. En el año 1068 Sancho Ramírez dota económicamente a la catedral para que se establezca una comunidad de clérigos. La capilla de San Agustín se consagra en 1107 como oratorio de la enfermería y en 1125 la cripta central, dedicada a la Virgen. Roda será sede de obispos hasta 1149, cuando tras la conquista de Lérida a los musulmanes se traslada allí la sede episcopal.

Reforma, Siglo XVI

Durante los siglos posteriores se unieron al complejo catedralicio otras dependencias hasta constituir un conjunto arquitectónico formado por la propia catedral, con su claustro, torre y aposentos contiguos de sala capitular, capilla de San Agustín, refectorio y palacio prioral. En 1525 se procedió a la renovación de diversos edificios del conjunto. Es posible que durante esta campaña se construyese la cubierta del refectorio. En 1569, según indica la inscripción de la cripta situada bajo el ábside norte, éste es sustituido por un espacio rectangular destinado a cumplir las funciones de sacristía.

Inserción de elementos muebles, Siglo XVI al Siglo XVII

Entre los años 1533 y 1536 el afamado escultor renacentista Gabriel Yoli lleva a cabo la construcción del retablo mayor de la catedral. También datan del siglo XVI y del XVII los retablos de San Miguel, el de San Sebastián y el del Rosario. El obispo Pedro de Santiago encarga realizar unos relicarios de madera sobredorada en el año 1650, para custodiar los restos de San Ramón y San Valero. En 1653 fray Martín Peruga fabricó el órgano, que todavía está en uso. La sillería del coro es una obra tallada en nogal de 1786.

Ampliación, Siglo XVIII

En el siglo XVIII se construyen el pórtico sur y la torre actual en estilo Barroco Clasicista. El diseñador del pórtico es el arquitecto Silvestre Colás. Algunos años después se realizan reformas menores en el interior de la iglesia. Serán las últimas actuaciones antes de que en 1787 el obispo de Lérida declarara la secularización del cabildo de Roda, quedando reducido a simple colegiata.

Desamortización, Siglo XIX (1843)

La iglesia de Roda pierde gran parte de sus bienes con la Desamortización del siglo XIX, en concreto en 1843. Los bienes de Roda fueron subastados y la colegiata pierde su jurisdicción pasando a ser iglesia parroquial.

Restauración, Siglo XX

En 1931 se inició una restauración, que continuó en los años 40. En 1962 comienza una segunda fase de restauración, que se prolongará durante varias décadas, dirigida por el arquitecto Francisco Pons Sorolla.

Destrucción de elementos muebles, Siglo XX

En 1979 el famoso ladrón de antigüedades conocido como Eric "El Belga" robó valiosas piezas de arte en esta catedral. Entre ellas destaca la silla de San Ramón, obra del siglo IX, que fue troceada para poder pasar la frontera, y de la que se pudieron recuperar algunos fragmentos.

Musealización, Siglo XX

Hasta 1979 el museo catedralicio se localizaba junto a la nueva sala capitular. Tras los robos sufridos ese año el museo se cierra y en la actualidad las principales piezas litúrgicas pertenecientes a su colección permanente se exponen a lo largo de los muros de la iglesia de San Vicente. En 1991 se comenzaron obras de acondicionamiento en algunas salas para albergar un nuevo museo, que probablemente se instale en la antigua enfermería.

Declaración, Siglo XX al Siglo XXI

Iglesia de San Vicente Mártir en Roda de Isábena (Huesca) fue declarada Monumento Nacional mediante Real Orden de 17 de enero de 1924 del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, publicada en la Gaceta de Madrid de 25 de enero de 1924.

El Boletín Oficial de Aragón del día 3 de octubre de 2003 publica la Orden de 3 de septiembre de 2003, del Departamento de Educación, Cultura y Deporte, por la que se completa la declaración originaria de Bien de Interés Cultural de la denominada Iglesia de San Vicente Mártir (ex Catedral) en Roda de Isábena (Huesca), conforme a la Disposición Transitoria Primera de la Ley 3/1991, de 10 de marzo, de Patrimonio Cultural Aragonés.

Restauración, Siglo XX al Siglo XXI

Desde los años 90 se han realizado pequeñas intervenciones con el objetivo de adecuar espacios para albergar el museo así como trabajos de restauración de la decoración interior, del órgano del templo y de otros bienes muebles.

En el año 2004 desde el Gobierno de Aragón se ve necesaria una inversión para restaurar la iglesia de San Vicente de Roda. El proyecto se aprueba tras un convenio suscrito por el Gobierno de Aragón, Ibercaja, el Ayuntamiento de Isábena y el Obispado de Monzón- Barbastro. En esta actuación se restauraron las cubiertas y la torre, se realizó un saneamiento general de la fábrica de los muros y se acondicionó el archivo-biblioteca y la sala de lectura situados sobre el atrio de la catedral. El presupuesto total ascendió a 836.580 euros.

Restauración, Siglo XXI (2016)

En diciembre de 2016 concluyeron las obras de restauración de la arquería y de los paramentos del lado norte del claustro de la catedral financiados por el Gobierno de Aragón y que contaron con un presupuesto de 78.759,11 euros.

Restauración, Siglo XXI (2017-2018)

En enero de 2018 concluyó la segunda fase de restauración para recuperar las arquerías de los lados este y oeste del claustro. El Gobierno de Aragón invirtió 137.719,80 euros en esta intervención.

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POR QUÉ SE LLAMA RODA / RUEDA DE ISÁBENA
Tras la iglesia de San Vicente de Roda
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Roda de Isábena. José Antonio Duce    

Los restos de las instalaciones de un antiguo molino de aceite, reubicados tras la catedral del pueblo altoaragonés de Roda de Isábena, son los elementos que protagonizan la nueva entrega de la serie “Aragón en mi recuerdo”, creada por el fotógrafo aragonés José Antonio Duce.

Aunque ahora está inerte y expuesta como una pieza de museo, fue en su día un utensilio que daba la vida y el sustento a los pobladores de Rueda de Isábena, en la comarca oscense de la Ribagorza. Tirada por un burro u otro animal de las caballerizas de algún vecino, el molino de piedra giraba para moler hasta la última oliva de la cosecha.

Al fondo, los restos de una prensa de viga y quintal, un artilugio antiguo basado en un sistema de palanca y utilizada entre los siglos XVII y XIX como segundo paso de la cadena de obtención del aceite: tras moler el fruto, la pasta resultante se prensaba para extraer el aceite de oliva.

José Antonio Duce, con solo dos objetos recogidos en una de sus instantáneas, consigue hacernos viajar al pasado, a esa época de molinos de piedra, prensas de viga y caballerizas utilizadas como herramientas de trabajo. Duce, además, logra situarnos sin esfuerzo en el pueblo altoaragonés al que pertenecen. Roda de Isábena, aunque cuenta ahora con pocos más de 62 habitantes, fue en su día capital del condado de Ribagorza y también sede episcopal. Su catedral, tras la que se sitúan ahora el molino y la prensa, ha sido levantada en dos ocasiones a lo largo de la historia: la primera fue consagrada en el año 956 pero, tras ser destruida por Abd el Malik, un segundo templo fue construido y consagrado en 1030.

Duce nos muestra una imagen de dos elementos que nos invitan a recordar las vivencias o los relatos escuchados sobre la forma de vida de antaño pero que, por su localización en la villa, tras la catedral, nos llevan a recorrer toda la grandeza histórica que tuvo el ahora diminuto pueblo pirenaico de Roda de Isábena.

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