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jueves, 25 de abril de 2024

Abril2024/Miscelánea. CAPÍTULO LXVI DEL QUIJOTE (SHAKESPEARE Y CERVANTES SE PLAGIAN MUTUAMENTE)

Capítulo 66  de la segunda parte de El Quijote en el que Sancho resuelve un pleito.
La sentencia de Sancho Panza señala que el gordo desafiador: "se escamonde, monde, entresaque, pula y atilde, y saque seis arrobas de sus carnes de aquí o de allí de su cuerpo..."
Un pasaje burlesco que nos recuerda al de Shakespeare en El mercader de Venecia.
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CERVANTES, PASAMONTE Y SHAKESPEARE

Durante mucho tiempo fue un misterio saber quién se escondía tras el Avellaneda que escribió el Quijote apócrifo. A día de hoy,  para nosotros, el asunto está bien resuelto por el profesor Alfonso Martínez Giménez. Avellaneda no era otro que Jerónimo de Pasamonte (natural de Ibdes, pueblo zaragozano) un viejo conocido de Cervantes y compañero de armas y letras. Cervantes comenzó a plagiar a Pasamonte y no solamente a plagiarlo, sino que fue ridiculizado en bastantes capítulos de su novela.

Ahora se ha planteado otra disputa entre Cervantes y Shakespeare. Parece ser cierto que no se conocieron en persona, pero sí, parece real, que ambos conocieran sus recíprocas producciones literarias.

Ha aparecido recientemente una obra atribuida a Shakespeare que lleva el nombre de Cardenio, un personaje que aparece en la primera parte del Quijote. Por el contrario, Cervantes, en la segunda parte del Quijote,  parece querer ridiculizar la obra de teatro del inglés que lleva por título El mercader de Venecia.

Como puede verse en el texto que colocamos arriba, Sancho Panza da solución a un litigio entre dos labriegos que se apuestan en una carrera de 100 pasos, por el método del “Mercader de Venecia” que consiste en cortar carne de una persona viva. La solución “fantástica” y fuera de lugar que da Sancho, no tiene otro referente en la literatura de su tiempo que el caso que se describe en la obra de Shakeseare. De esta forma parece burlarse Cervantes del escritor inglés. Cortar carne para saldar una deuda o cortar carne para compensar el peso de los contrincantes en una carrera, ambas, parecen absurdas y fuera de lugar.

Extracto del libro de Alfonso Martínez en el que da respuesta al misterio del Quijote apócrifo. 
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