LAS SEÑAS DEL MARIDO
*
Estaba la coronela
en la puerta del cuartel,
esperando que saliera
el teniente coronel.
Coronela, ¿qué hace usted?
Esperando a mí marido
que no lo he visto hace un mes.
Si usted no me da las señas,
yo no lo conoceré.
Mi marido es un buen mozo,
un buen hombre aragonés.
Ese hombre que usted dice
lo mataron hace un mes,
lo mataron en la Francia
en la puerta del cuartel.
Mataron a ocho mayores,
capitanes treinta y tres,
y en el testamento dice
que me case con usted.
Eso sí que no lo hago,
ni lo he hecho ni lo haré,
siete años me he esperado
y siete me esperaré.
si a los catorce no viene
a monja me meteré,
y un hijo que
me ha quedado
a fraile lo meteré,
y si no quiere ser fraile
que vaya a servir al rey,
que en donde ha muerto su padre,
también puede morir él.
Y aquí acaba la historia
del teniente coronel.
RECOGIDO POR EULOGIO SORIANO LÁZARO
Kalathos-2
1982