En el cruce de la calle Francisco Piquer y Santos Mártires de Teruel se encuentra, en la fachada de una casa, una hornacina con un azulejo de cerámica turolense en el que se representan a los dos frailes franciscanos que aquí llegaron. Consta, también, en el imaginario popular, que este fue el primer lugar donde residieron. El azulejo precisa restauración y, luego, protección.
Bajamos, luego, a la orilla del Turia y vimos lo que en posteriores capítulos contaremos. Particularmente, el ábside de la iglesia de los Franciscanos.
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A espaldas de la fuente tenemos la monumental puerta de la iglesia que mandara construir García Fernández de Heredia asesinado en Almonacid de la Sierra (Z)
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