“Encina Corva, villa y possesión de la Religión de S. Juan de Jerusalén (en tiempos antiguos de Templarios) está situada a distancia de una legua de la villa de Cariñena, llamose antiguamente Barracas, cuando estaba edificada en la partida, que llaman hoy de la Muela, a un tiro de bala de la situación, que hoy tiene: de aquella primera población sacan los arados vestigios varios de piedras, y diversas vasijas: dixole Encina Corva en la segunda población, porque se hizo ésta cerca de una encina torcida, (que quedó por armas suyas) donde hoy llaman Media Villa: ensanchó sus términos, con la agregación del lugar de S. Gil, hoy pardina: es patria de la V. Madre sor Isabel de Ubid, religiosa de el Orden de Santo Domingo, y Maestra de Novicias de su convento de S. Fé de Zaragoza, Fundadora de su Convento de Benavarre: tiene Encina Corva una reliquia notable de S. Esteban Proto-Martyr, con que asegura sus cosechas de las calamidades de piedra, y otra de S. Cosme; pero la que más la ilustra, es, servir su Iglesia Parroquial, de Concha a la mejor Perla N. Sa. del Mar.”
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EL MILAGRO Y
SORTEO DE LA IMAGEN
Cuya aparición fue en esta forma, según consta de la tradición constante de aquella villa. Por los años de 1515 o siguientes hasta el de 1522 (en que se perdió la isla de Rodas) venían siete caballeros de la Religión de San Juan de Jerusalén a España, y embarcados padecieron una tempestad horrible, en que perdieron todas las esperanza de salir a tierra por auxilio humano; en necesidad tan urgente acudieron devotos a aquella, que es Estrella del Mar, María Sa., cuyo patrocinio lograron luego, no sabiendo esta Reina Soberana dilatar el favor, a quien la invoca humilde: apareció (o prodigio de la mayor piedad) sobre las aguas la S. Imagen de N. Sa. y luego cesó la tempestad: no contenta N. Sª. con este soberano beneficio, les guió andando sobre las aguas, hasta llegar al puerto deseado: aquí humana, tan Divina Margarita, se dejó coger de los caballeros, que agradecidos la veneraron, y dieron las gracias por tan raro favor: caso semejante es este al que refiere N F. Antonio de S. María (1) de otra S. Imagen de N. Sª., que en forma de Estrella guió a unos cautivos españoles hasta la Cerdeña; de los dichos caballeros, solo don Jorge de Sena, comendador de Encinacorba: e hijo de la ciudad de Huesca, era natural de N. Reino: todos quisieron llevar consigo tan divina prenda, como sucede entre caballeros cristianos, siempre que son tan dichosos: apelaron a las suertes, y siempre cayó esta del comendador de Encinacorba, en las siete veces que se sorteó: alegre este con su forma celestial, llegó a Encinacorba: y aquí, apasionado por su patria Huesca, quiso el enriquecerla con la S. Imagen pero echado siete veces suertes, favoreció esta siempre a Encinacorba se colocó por entonces la S. Imagen en el altar mayor de la iglesia parroquial del lugar; donde se ha venerado hasta que los devotos le erigieron la suntuosa capilla en que hoy está, dado salud a los tullidos, baldados y, a varios desahuciados de los médicos: dicen sus muchos prodigios las Presentallas que se ven en su capilla y está su historia pintada en cuadros grandes, que la hermosean y publican su favor, aún a los imperitos: en las necesidades de agua, acuden los pueblos vecinos, como a la Señora del Mar y logran el beneficio entre otros pueblos es muy devoto el lugar de Codos.
Dio nombre a la Sa. Imagen el suceso del mar es de piedra ágata y tiene el niño Jesús en sus brazos: en la mano derecha tiene N. Sa. un libro abierto y el SS Niño un pajarillo, que comprime y este se vuelve, como para picarle y le ofrece el SS Niño un dedo de su siniestra, con ademán muy gracioso: la fiesta de esta S. Imagen se hace en el día 4 de septiembre y con permiso de los señores arzobispos de Zaragoza, se reza ese día del patrocinio de N. Sa.: con el mismo título del Mar, se venera otra S. Imagen de N. Señora en la ciudad de Almería por haber sido hallada en el mar: es milagrosísima y de grande consuelo en aquella ciudad su procesión, como describe N. Fr. Antonio de Santa María en su España Triunfante (1). A la de Encinacorba no quiero negarle el elogio, que festivo S. Agustín dio a S. Pedro, cuando dominó al mar y le llama con mucha gracia (4) Maríambulo: con mucho más poder y gracia se llamará esta S. Imagen: Maríambula.
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