RUBIELOS Y CALACEITE
*
Situados, ambos municipios, uno a
cada lado de la provincia de Teruel compiten en belleza, patrimonio e historia.
No sabría por cual decantarme, pues ambos te seducen apenas los conoces. Dice
Giorgio Della Rocca que Calaceite es “un pueblo antiguo que respeta su pasado y
mira hacia el futuro con ojos nuevos”.
Es una buena propuesta que vale para Calaceite, para Rubielos de Mora y para
tantos municipios de Teruel que han escondido, hasta ahora, sus tesoros. Hay en la provincia joyas como estos dos
lugares, con las que, junto a Albarracín, Valderrobres, La Iglesuela,
Cantavieja, Mora, Alcañiz, Teruel… y un
largo etcétera, podemos salir al mundo a presumir de patrimonio.
Los turolenses conocemos la
importancia de nuestro patrimonio pese a que los avatares de la historia han destrozado buena parte de él. Sabemos,
también, de su valor y de su
singularidad y somos conscientes de la necesidad de trasmitirlo a las próximas
generaciones, tanto el monumental como el natural.
Pasear por las calles de nuestros
pueblos, respirar el aire puro, admirar su patrimonio o disfrutar de sus
paisajes te hace sentir orgulloso de ser turolense y te anima a exclamar en la
soledad poblacional que nos oprime: ¡TERUEL EXISTE!
¡Existe! y existirá Rubielos de Mora,
lo mismo que ¡existe! y existirá Calaceite, siempre que exista un turolense y
la conciencia clara de que salvar Teruel es la primordial tarea que le ha
tocado cumplir a nuestra generación.
*