Nos dirigíamos al Raidal y tomamos un camino equivocado creyendo que atajábamos (alcorzábamos). De esta forma fuimos a parar a una finca en al que le suelo estaba empantanado.
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Esta zona del Raidal es propiedad del Ayuntamiento de Cella y en tiempos fue plenamente lacustre. Ahora reparte el Ayuntamiento una parcela de aproximadamente una hectárea a cada vecino, por el módico arriendo de sesenta euros al año.
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Las abundantes lluvias de este año han hecho muchos caminos intransitables para los coches, de ahí, la desesperación de nuestro amigo.
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En esta amplia llanura, sin embargo, la localización se hace difícil pues, pocos son los que arriesgan a tomar caminos secundarios.
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Tratamos de salir del atasco con una planchas y tablas que encontramos en un cobertizo cercano, pero fue imposible. Hubo, definitivamente, que pedir ayuda a los compañeros.
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Finalmente con ayuda de una cuerda logramos remolcar el coche y llegar a la comida de la Caseta del Raidal.
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Del atasco a la caseta del Raidal apenas habrá unos 300 metros en línea recta.
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