Vivir en una gran ciudad se ha convertido en una obsesión para gran parte de la población española. Mientras, por otra parte, se sobrevaloran los dones que da la vida en el campo, en la naturaleza. Así pues, apenas hay unos días de asueto, las carreteras se ponen imposible en ese afán de "consumir" siquiera sea por unos instantes, el aire, el paisaje o la relajada vida del mundo rural. Seguramente y a no tardar mucho, las formas de vivir y de residir van a cambiar. Para ello, la mejora de los medios de transporte y la reducción de emisiones contaminantes, van a ser un factor decisivo. El coche eléctrico, los trenes de cercanías así como, las autovías y carreteras, deben darle al ciudadano la oportunidad de buscar el hábitat más adecuado de cara a una óptima calidad de vida. Para cuando el hombre urbano despierte y mire a los pueblos con una mirada menos engañosa, estos, deben ofrecerle la oportunidad de una residencia adaptada a los tiempos modernos, con los servicios que le presta la ciudad pero con el añadido de esa calidad de vida que da vivir en plena naturaleza.
Es posible que en corto espacio de tiempo se llegue al descubrimiento de que hay un "Mundo Rural" ahí cerca, cargado de ventajas y que nos está esperando. Entonces sí que podremos decir que "Teruel Existe".
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