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jueves, 17 de diciembre de 2015

Diciembre2015/Miscelánea. LOS COMERCIOS DE PROXIMIDAD (ELECTRODOMESTICOS BLASCO)

EL COMERCIO DE PROXIMIDAD
( Un recuerdo para aquellos hombres que recorrieron toda la provincia llevando los últimos avances de la tecnología: la radio, la televisión, el teléfono, el tractor, el coche, el frigorífico, etc., etc.)
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Largos y penosos eran los caminos de la provincia. Algunos con riego asfáltico y los más de tierra y baches, de baches y tierra. Todos los hizo Alejandro con la furgoneta cargada hasta los topes. Llegaba a la masada, a la venta o al pueblo, bien madrugado y sin almorzar.  Luego la tarea era inagotable, las preguntas, las explicaciones, los arreglos. Al cura había que ponerle la megafonía en la iglesia. El Ayuntamiento, lo mismo te pedía una televisión para el Tele-Club, que una máquina de escribir, que un pik-ub, que… A los vecinos había que atenderlos por orden. Para unos había que subir al tejado a poner la “entena”, arreglarles la radio en el momento, explicar como funcionaba la lavadora y, finalmente, dejar bien claro que al cerrar el frigorífico, la luz quedaba apagada. Días duros de trabajo, de apurar hasta el último momento, de dejar la faena terminada para no tener que volver al siguiente. Con noche cerrada y sin gasolineras abiertas, en el alto de las Tahonas un día (cuenta), hubo suerte, se quedó sin combustible pero para entonces ya era todo cuesta abajo, hasta la Colmena. La promoción de los “Tele-Club” le llevó prácticamente a todos los pueblos de la provincia. Conoció entonces todas las fondas y todas las noches turolenses. Comió con las gentes más diversas. Muchos como él atravesaban, vendiendo, todo el páramo turolense. Se trabajaba sin horario para sacar adelante a los hijos. Luego, luchar con los clientes y sus pillerías. El que no pagaba… el que te lo aplazaba sine díe… el que te quería hacer un cambalache… el que estaba en un apuro económico… Dejó buena memoria. Tal es así que la gente no quería saber nada del aparato en cuestión, si lo recomendaba Alejandro, era suficiente. Luego volvía si había necesidad de arreglos. Era y es el espíritu del comercio de barrio y de nuestra provincia. La cercanía y la seguridad de ser atendido en cualquier momento, truene o nieve. Aprovechamos ahora que es Navidad y que Alejandro está fuera de Teruel para mandarle un mensaje de recuerdo, de agradecimiento por los servicios prestados y a la vez, felicitarle las Navidades. ¡Se lo merece ¡ ¡ Se lo ha ganado a pulso!
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